Inefable

Capítulo 4- Despacio

El trayecto en coche había transcurrido normal, bueno, casi normal, a mitad de camino a Fermín le había parecido buena idea posar una mano en mi muslo, no fuera para nada desagradable, al contrario sentí una calidez bonita pero todo esto me abrumaba un poco, no hacía más de una semana que lo conocía y la última vez que me sentí confiada y di el paso tan rápido con alguien salí muy dañada, no estoy diciendo que Fermín sea de esa manera porque se que es un chaval maravilloso y muy pero que muy bueno pero eso no quitaba el echo de que todo esto me daba miedo, que pensaría la gente de que empezáramos con algo tan pronto, sería un escándalo en la prensa. Ya habíamos llegado a la casa esta vez Lili me prestó un pijama que tenía por allí ya que llevaba varias noches seguidas allí, por lo que se ve va muy bien con Pedro y eso me hace estar muy feliz porque se lo mucho que se gustan entre los dos.
-Dormirás con Fermín verdad- me pregunto Pablo llegando a mi lado
-No en verdad había pensado en dormir en el jardín, creo que es mejor opción- le respondí riendo
-Alanna se que a lo mejor tú no sientes nada o no tienes intenciones con él, pero nunca lo había visto tan ilusionado con alguien, se que puede llegar a sonar intenso pero es lo que él siente por ti ahora- empezó a decir de la nada- no te estoy presionando a nada solo no quiero que salga dañado, es como mi hermano sabes.
- Todo esto me asusta porque yo también siento por él pero si todos piensan que soy una interesada o algo- le dije preocupada
- Deberías hablar con él, así los dos resolvéis vuestras dudas- me posó un beso en la cabeza y se fue.
Había llegado la hora de dormir y todos fuimos a las habitaciones, esta vez era más tarde ya que no había entrenamiento al día siguiente en recompensa por haber ganado el partido, una vez en la habitación Fermín entró a la ducha y yo me recosté en la cama a ver un poco instagram y tiktok de lo cual me arrepentí al momento, todo eran noticias sobre mi y mi camisa, algunas buenas y otra no tanto, no me gustaba que hablaran de mi y mucho menos si era para opinar sobre mi vida privada era algo que me molestaba e incomodaba mucho por lo que decidí apagar el móvil y simplemente quedarme en silencio.
- ¿Que te pasa?- preguntó Fermín saliendo del baño
-¿Podemos hablar- dios porque le he dicho eso, no quería hablar, nunca se me había dado muy bien expresarme, que iba a decirle ahora- Simplemente la prensa a empezado a especular sobre nosotros y eso me ha puesto nerviosa, nunca me ha gustado que hablen di mi y mucho menos para decirme que soy una aprovechada y que solo estoy cerca de ti para aprovecharme de tu fama o algo parecido.
- Ey Alanna, estate tranquila, no importa que diga la prensa yo sé que no eres así y eso es lo importante- dijo sentándose a mi lado- no dejes que esas cosas te condicionen tu manera de vivir
- Fermín, ¿Tú que sientes por mi?- le pregunté sin pensar
- Querría decirte lo que siento por ti pero eso es algo inefable- después de eso simplemente lo besé, no pensé en las consecuencias, no pensé en si de verdad él que quería simplemente lo hice
- Lo siento, lo hice sin pensarlo- le dije cuando nos separamos y por fin me atreví a mirarlo a los ojos
- No me pidas perdón, yo también quería hacerlo- dijo alcanzándome para abrazarme
- Fermín- Le dije recostada en su pecho- Quiero intentarlo contigo, pero vayamos despacio, sin presiones y sin tanto revuelo con la prensa, porfavor
- Claro que si, que todo esto sea muy nuestro- dijo para después darme un beso- Al poco tiempo me quedé dormida, estar con él me trasmitía tanta paz, era un chico tan dulce.
A la mañana siguiente me desperté con el sonido de la puerta abriéndose
- Buenos días princesa- dijo Lili mientras entraba en el cuarto- Los chicos se han ido a correr por lo que tu y yo vamos a hablar, porque con la sonrisa tontorrona que ha bajado el andaluz pienso que estáis por casaros
- Que dices loca- le dije riéndome ante su comentario- anoche nos besamos, pero hemos quedado en llevar esto despacio, con tiempo para que todo vaya mejor y nos conozcamos muchísimo mejor sabes
- Sois tan lindos, que sepas que el chiquito estaba tan feliz, hasta Pedro le pregunto por esa sonrisa, seguro se lo están contando todo por allí fuera.
- Hablando de Pedro- le corté yo- ¿Cómo van las cosas entre ustedes?
- Genial, me alegro de que nos hayamos permitido dar el paso, me hace muy feliz- me respondió sonriente
- No sabes cuánto me alegro, yo siempre les dije lo mucho que pegaban.
-Bueno Alanna, vamos a desayunar algo porque Fermín me encargó que te tuviera preparada para cuando él llegara porque te va a llevar a algún lado.
Cuando dijo eso nos pusimos rumbo a la cocina para desayunar mientras charlábamos, en ese momento me di cuenta de la vida que tenía, que era justo la vida con la que soñaba en Gran Canaria, una vida rodeada de amigos con amigos maravillosos todo esto era lo que quería tener aquí y lo que más miedo me daba de irme de mi isla, quedarme sola pero cada vez me doy más cuenta que tome la decisión correcta. Cuando terminamos de desayunar subimos a la habitación para elegir algo que ponerme, según las indicaciones que Fermín le había dado a Lili acabamos decidiéndonos por unos vaqueros claritos, una camiseta pegada negra combinándolo con un suéter de rayas blanco y negro porque según Lili íbamos a estar hasta tarde fuera y en los pies unas converse, me recogí el pelo en una coleta alta, me puse par de accesorios y estaba lista
- Estás preciosa vida, pásalo genial ¿vale?- me dijo Lili dándome un besito en la cabeza.
-Está todo el mundo listo- dijo Fermín dándonos un susto, iba guapísimo, con unos pantalones grises y una camisa verde oscura- Vas muy guapa, venga vamos que llegamos tarde
- Tu tampoco estás tan feo- dije para después darle un beso, a lo que el sonrío como un bobo- Venga, vamos.

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