–Mi nombre es Edward Force, tengo 21 años y escogí la universidad de Boston porque creo realmente que aquí es donde se forman a los mejores economistas del país, y haber recibido una beca para estudiar aquí solo me lo demuestra... y...
Edward frenó en seco mientras miraba a su espejo.
–"Esto es ridículo, mañana tengo que ir y aún no tengo nada listo en mente... no puedo pensar en nada, quizá lo mejor sea improvisar y ya está." – Pensó mientras se alejaba del espejo.
Ring
–Oh, ¡voy! – Gritó mientras se dirigía hacia la puerta.
–Buenas noches, venia a entregar los últimos paquetes de la mudanza. – Dijo un trabajador con una sonrisa en el rostro. – Solo firme aquí y con gusto lo traeré.
–Claro. – Respondió Edward mientras Firmaba. – Pero, déjeme ayudarle, son mis cosas después de todo jaja.
–Jaja, y es mi trabajo también, pero, si quiere ayudar, no se lo voy a impedir.
Ambos subieron la última carga de la mudanza.
–Entonces, ¿se independizó verdad? – Preguntaba el transportista mientras subían las escaleras con cajas.
–Bueno, si, me dieron una beca en la universidad de Boston entonces tenía que mudarme aquí. – Respondió Edward esforzándose para que la caja no se cayera de sus manos.
–Vaya, ¡felicidades! y ¿Qué va a estudiar? si no me entrometo.
–Para nada. Economía, siempre me interesó.
–Ya veo, pero, la universidad de Harvard está un poco lejos de aquí, casi una hora en metro.
–Bueno, mis ingresos son limitados... bastante, gasté mis ahorros en una motocicleta así que iré en ella, y por ahora pago este departamento con lo que mis padres pueden ayudarme. Mañana al salir de la universidad tendré que encontrar un trabajo de medio tiempo. – Dijo Edward soltando la caja en la sala y luego cruzando sus brazos mientras explicaba la situación.
–Oh, tiene sentido, los departamentos aquí en el Este de Boston son de lo mejor en precios que hay. Lo siento, te ayudaría si pudiera, pero en mi trabajo ahora mismo no se necesita personal...
–No te preocupes, ¿quieres café? Agradezco mucho su ayuda, lo que he desempacado viene en perfectas condiciones. – Dijo Edward dirigiéndose a la cocina.
–Si. Muchas gracias. – Dijo el transportista mientras pensaba.
–¿Con o sin azúcar? – preguntó Edward.
–Pero... Ahora que lo pienso, tengo una tía que trabaja en un café cerca de allí, en Back Bay, ella me dijo que dejara este trabajo y trabajara allí con ella porque era más seguro jaja.
–Y ¿por qué no tomas el trabajo tu? – Preguntó Edward acercándose a la sala.
–Bueno, yo vivo algo retirado de aquí, y allí no hay una estación de metro cercana, mi trabajo actual me queda bastante cerca y me gusta. Si quieres puedo hablar con ella cuando llegue a mi casa y pasas por allí mañana.
–Bueno... no tengo como pagarte esto... de verdad te agradecería que lo hicieras. – Dijo Edward buscando su billetera los bolsillos de su pantalón
–Oh no tienes que agradecerme, además no será algo sencillo, esa es una zona bastante cara, por lo que manejar con gente rica y quisquillosa no es nada fácil, créeme, incluso en mi trabajo he tenido que tratar con gente así. – Respondió mientras movía sus manos para que Edward no le pagara nada.
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TRABAJO CUIDANDO A UNA CHICA EN SILLA DE RUEDAS
RomanceEdward, se mudó a Boston para estudiar una carrera universitaria. Para mantener dichos costos su trabajo de medio tiempo y el dinero que le envía su familia no es suficiente, pero se le ofrece una oportunidad imperdible, "cuidar" de una chica en sil...