Una y más vidas contigo [OMEGAVERSE]

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Estar furiosa no alcanzaba para describir el como estaba Sakura.

Había regresado al mismo lugar que la vez anterior e hizo lo mismo; dejo de asistir al curso, se la pasaba con Naruto, aunque está vez permanecía alerta de cualquier encuentro con Sasuke.

No lo había visto en las dos semanas que les quedaban de sus vacaciones, ni una sola vez, aún cuando moría de terror al salir al cine y a comer con Naruto, por una parte la aliviaba y por la otra, estaba ansiosa de lo que podría pasar.

- ¿Estás bien, Sakura? - la voz de su amado la hizo voltear de inmediato.

- ¿Eh? Ah, ah, si todo bien, perdón - dijo avergonzada, Naruto suspiro mientras negaba con una sonrisa.

- Ya se lo que te pasa - Sakura volteo alarmada. ¿Qué era? ¿La había descubierto? No tenía sentido, no había levantado ninguna sospecha, incluso el collar lo guardaba debajo de su ropa siempre. - Estás aterrada por mañana, ¿verdad? - rio con burla, ella pudo respirar una vez más.

- Si, tienes razón. Estoy nerviosa - sonrió difícilmente, realmente lo estaba, ¿y si Sasuke estaba de nuevo ahí? ¿Qué haría entonces? Estaba al borde de la locura, si era necesario, ella iba a, iba a...

- ¡...a matarlo! - brinco en su lugar ante la voz emocionada de Naruto. Miro al televisor que tenía enfrente recordando que estaba en casa del rubio para ver la pelea de uno de los boxeadores favoritos de él. - ¡Va a matarlo, Sakura! ¡¿Lo viste, verdad?! - repitió con emoción, está vez no perdería su apuesta con Shikamaru.

- Es impresionante... ¿Cómo tiene tanta fuerza en ese pequeño cuerpo? - soltó genuinamente sorprendida, el boxeador era mucho más bajo que él más alto, y aún así estaba dominando su encuentro.

- ¡Y encima es Omega, Sakura, ¿ves? Y tú estabas molestas porque habías salido positiva a Omega! ¡Tu también eres impresionante Sakura! - sonrió está vez dirigido a ella, quedando escasamente lejos del otro, tanto en cuerpo como de sus rostros.

Sakura estaba sonrojada, oliendo y sintiendo las feromonas emocionadas del rubio por la reciente emoción de la pelea, jadeo de manera inaudible cuando vió al Alfa lamer sus propios labios al ver los suyos.
¿Había sido su imaginación? No, realmente lo había sentido, en cada músculo de su cuerpo. Toda ella se había estremecido ante esa pequeña acción del rubio.

- ¿En serio, en serio lo crees? - susurro contra sus labios y casi se sintió desfallecer cuando Naruto asintió, acercándose peligrosamente a sus rosados labios.

Y estaba segura que la besaría. Su emoción estaba a tope, está vez no había tenido que hacer nada, Naruto se había enamorado por voluntad propia.

Pero sonó el timbre.

- Ah maldición. - lo escucho susurrar lo que la hizo poner nerviosa, su tono al hablar había sido totalmente sensual. - Seguro es la comida, espera - y sin más bajo rápidamente de su habitación hasta la entrada.

- ¿Qué pasa, hijo? - su padre hizo acto de presencia detrás de él.

- Es la comida que pedí - contesto seguro de la verdad, quería subir rápido y continuar en dónde se había quedado, se sonrojó al pensar lo último.
Sin esperar un poco más, abrió su puerta enseguida, y si, si era su comida.

Pero detrás de las cajas que emanaban un delicioso olor, ahí estaba, un chico un poco más alto que él, no demasiado, tal vez tres centímetros máximo pero carajo. Olía maravillosamente bien.

- ¿Uzumaki Naruto? - preguntó el chico que aún no alzaba su mirada, estaba concentrado en que las cajas no cayeran.

- Ah, si soy yo. - contesto de manera torpe, anonado por el olor y ahora por la voz del contrario, era increíble la manera en que lo había hechizado. ¿Qué era lo que sentía?