Capitulo 8

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Gun se despertó lentamente, sintiendo la calidez del sol matutino filtrarse por las cortinas. Se estiró, parpadeando para despejar la neblina del sueño. Mientras sus ojos se adaptaban a la luz, se giró suavemente hacia el otro lado de la cama. La vista que encontró hizo que su corazón se llenara de ternura.

Allí, en la cama, su alfa estaba profundamente dormido, con una expresión de paz absoluta en su rostro.

Pero lo que realmente capturó su atención fue la pequeña figura acurrucada entre los brazos de su alfa.

Ta,estaba envuelto en un abrazo protector, descansando plácidamente sobre el pecho de su alfa. El contraste entre la fortaleza del alfa y la vulnerabilidad del cachorro era conmovedor.

Gun no pudo evitar sonreír ante la escena tan adorable. Era un momento de pura serenidad, una imagen que quería conservar para siempre.

Con cuidado de no hacer ruido y romper la magia del momento, se deslizó fuera de la cama y buscó su celular en la mesita de noche.

Se acercó nuevamente a la cama, asegurándose de que el ángulo de la luz realzara la dulzura de la escena. Tomó varias fotografías, cada una capturando la tranquilidad y el amor que emanaban de la escena.

Las suaves respiraciones de Ta y su alfa eran el único sonido en la habitación, un ritmo acompasado que reflejaba la armonía entre ellos.

Gun guardó su celular, sintiéndose agradecido por ese momento de paz. Se volvió a acostar junto a ellos, acurrucándose cerca, y cerró los ojos, deseando que ese momento pudiera durar para siempre.

Podía sentir como su cachorro se removía levemente como su estuviera buscando su calor.

Se pegó un poco más y pudo escuchar un leve suspiro de satisfacción antes de ser rodeado por el brazo de su alfa.

Cerró los ojos por un momento, dejando que el sonido rítmico de las respiraciones tranquilas lo arrullara.

La tranquilidad de la mañana era un bálsamo para su espíritu, y se permitió disfrutar de esa quietud por un rato más.

Después de una hora, sintió un ligero movimiento a su lado. Abrió lentamente los ojos lentamente y vio que Off empezaba a despertarse, aún sin soltar a Ta de su abrazo protector.

Sus ojos se encontraron y Gun le dedicó una sonrisa suave, cargada de amor y complicidad.

Buenos días, amor- murmuró Gun, acariciando suavemente la mejilla de su alfa.

Buenos días - respondió Off con voz ronca de sueño, devolviendo la sonrisa mientras mantenía a Ta cerca.

Ta comenzó a moverse ligeramente, despertándose también al sentir la conversación a su alrededor.

Abrió los ojos, parpadeando varias veces antes de mirar a los mayores con una expresión somnolienta y una sonrisa perezosa.

Hola, pequeño -dijo Gun, inclinándose para besar la frente de Ta.

Ta se estiró en los brazos de su alfa, disfrutando del calor y la seguridad que le proporcionaban.

¿Dormiste bien? -preguntó Off, acariciando el cabello despeinado de Ta.

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