16.¡¿Qué?!

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~Min~

Fuimos a un pequeño restaurante de comida rápida y nos sentamos en una mesa junto a la ventana.

-¿Que van a ordenar? -se acercó una camarera con pinta de: "odio la vida"

-Yo quiero una hamburguesa, unos aros de cebolla y una coca-cola.

-¿Y tú? -me señaló con el lápiz que llevaba en la mano.

-Lo mismo.

-Ya vuelvo -dijo y se retiró.

-¿De verdad vas a comer eso? -preguntó Jackson asombrado.

-Sí. ¿Por qué?

-Por que vas a hacer las pruebas para el equipo femenino y eso te hace daño.

-Ambos practicamos el mismo deporte, entonces si a mi me hace mal a ti también. Además necesito energía.

-Es diferente.

-No lo creo.

Hizo mala cara y arrugó la nariz como suelo hacerlo.

Saqué mi celular y revisé la pantalla. Tenía siete llamadas perdidas y nueve mensajes de May, todos ellos preguntandome dónde estaba y que estaba en problemas. Los eliminé y guardé mi teléfono.

Miré a Jackson concentrado en su celular y mis ojos viajaron hasta su boca, mi mente me transportó al beso de esta mañana. Para qué mentir, me gustó, sus labios son suaves y carnosos. Aunque no sé por qué le seguí el beso. Se supone que me gusta Mark, ¿cierto? Pero, en un momento como ese mi mente perdió lucidez y mis labios actuaron solos. Lo que aún  no entiendo es ¿por qué lo hizo? No creo que haya sido para callarme, hay algo más. Además, esa conversación que tuvo con Trevor fue algo extraña, ¿por qué no dejó que Trevor me "ligara"? No es como si nos conociéramos de toda la vida para evitar este tipo de cosas...

-¡Rachel!

-¿Qué?

-¿En qué pensabas? Ya llegó la comida.

Miré la mesa y me di cuenta de que estuve vagando por mi mente un buen rato. Tanto que se me quitó el apetito, pero en cuanto le di un mordisco mi apetito volvió. Estaba deliciosa.

-Come despacio, te vas a...

Comencé a toser salvaje y tomé agua, Jackson soltó su habuerguesa rapidamente, se paro para darme palmaditas en la espalda.

-¿Estas mejor?

Asentí con mi cara roja y la boca llena de hamburguesa.

-No vuelvas a comer tan rápido, mira como quedó tu cara.

Tragué y respiré profundo.

-Gracias. Pero no es para tanto, estoy mejor.

-Te voy a dar unas clases de etiqueta algún día.

Solte una gran carcajada.

-Claro. Jackson Wang dandome clases de etiqueta. Tal vez Jay o Mark. ¿Pero tu? Como no.

-Yo sé de etiqueta. Aptendí para la boda de mi tía. Mamá dijo que algún día me servirían -dijo orgulloso.

-¿Y te han servido de algo en estos diez y siete años de vida?

-No. Pero podré usarlos contigo. - me regaló una sonrisa falsa. -Para enseñarte a ser una dama.

Hice una mueca y él sonrió

-No necesito que me enseñes a ser lo que ya soy.

Esta vez fue él quien soltó una carcajada.

Vecinos [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora