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Cerro la puerta atrás de el, no iba a mentir, le tomo muy por sorpresa el hecho de que Yoongi había hablado fuerte y claro, solo así se dio cuenta de que el mayor tenía una voz gruesa. Se acercó y se sentó en la cama, justo al lado de el.

"¿Ne-necesitas algo más?"

-Dios, por qué me pongo nervioso- pensó Jimin mientras trataba de evitarle la mirada a Yoongi y que esté viera sus mejillas rojas.

"¿Puedo preguntarte algo?" Yoongi también estaba nervioso, pero gracias a todas las cosas que habían pasado apenas si le quedaban las fuerzas para hablar.

"Claro" Jimin se mordía de labio inferior, necesitaba tomar un poco de aire fresco.

"¿Cómo... cómo fue que me... encontraste?".

"... ¿Qué?" esa pregunta lo tomo desprevenido, sin duda se imaginaba todo -incluso un beso como agradecimiento-, pero nunca esa pregunta, aunque debió esperarla.

"Si, ayer... ¿cómo supiste que estaba... ahí?".

-Oh no, como respondo sin parecer un loco acosador-.

"Ah- pues..." suspiro, tenía que decir la verdad o la culpa lo consumiría "ayer, cuando recibiste esa llamada vi en tu cara miedo, luego saliste corriendo y yo solo... me preocupe".

»"le dije a los chicos que me tenía que ir porque tenía tarea, y si lo iba a hacer pero... tenía que saber cómo estabas, así que tome un taxi hasta tu trabajo y... te encontré ahí".

Yoongi solo se quedó callado, tenía ganas de volver a romper en llanto, no lo juzguen, fueron doce años de maltratos constantes de parte de sus padres, años en lo que no había recibido el amor de una madre o el cariño de un padre, donde todos los días era juzgado por todo lo que hacía por el simple hecho de no ser normal.

Fueron doce años, para que de la nada un chico rubio, bajito con manos pequeñas y mejillas abultadas apareciera en su vida y le diera lo que en años no había sentido, amor y cuidado.

"Gracias" susurro Yoongi volteando a ver al menor directamente a los ojos.

"No hay de que" mostró una pequeña sonrisa.

Y Jimin estuvo a punto de levantarse para por fin salir de la habitación cuando sintió una brazos rodeándolo, se quedó estático en su lugar, nunca pensó en el mayor dándole un abrazo, parpadeo varias veces antes de corresponderlo, paso sus brazos por ensima de los hombros de Yoongi. Ambos pudieron sentir una calidez inimaginable, el pelinegro escondió su rostro en el cuello de Jimin, dandose cuenta de que olía a vainilla. Todo estaba siendo muy tierno, y hubiera durado un poco más si no hubiera sido por el sonido de la puerta abriéndose. Ambos se separaron al instante con las mejillas rojas, Seojoon río por lo bajo al ver a los menores tan nerviosos.

"Perdón, no quería interrumpir pero... Jimin, necesito hablar contigo".

"Ah si..." se volteo al azabache "ponte cómodo, ¿sí?, y si necesitas algo, solo dímelo".

Solo obtuvo como respuesta un pequeño si, pero eso fue suficiente para que Jimin se pudiera quedar tranquilo y saliera de la habitación.

Siguió a Seojoon hasta la habitación de este, se sentó en la cama viendo como el mayor cerraba la puerta, mirando al piso pensando en que decir.

"Lo que pasó... fue horrible".

Seojoon solo asintió aún sin decir nada, camino hacia el menor y se sentó al lado de el, como reflejo Jimin apoyo su cabeza contra el hombro de su hermano.

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⏰ Última actualización: Jul 20 ⏰

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𝐘𝐨𝐮 𝐚𝐧𝐝 𝐈 ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora