IX.

30 8 0
                                    

"Inicia el juego"

...❥•°❀°•༢...

Un nuevo dia se formo en el Olimpo, como de costumbre el dios del trueno estaba en el balcón de sus aposentos tomando un relajante té. Nada podia arruinar su tranquilidad...¿o si?.

―¡PAPAAAAAA! ―se escucho cuando alguien abrió la puerta con brusquedad, haciendo que Zeus escupiera su té.

Minato no quería ni voltear a ver al susodicho que interrumpió su tranquilidad; Konohamaru estaba con la cara roja hasta pareciera que echara humo por las orejas, atrás estaba Chōji que pareciera que se quisiera tirar de un precipicio. El rubió suspiró ¿ahora que berrinche hara su hijo? Podia soportarle todo pero que interrumpiera su hora de té, eso si que no.

―¿Que pasa ahora Konohamaru? ―pregunto cansado viendo como su retoño camina hasta quedar enfrete de él, Chōji también fue detrás de su medio-hermano.

―¡¿Como es posible que este gordo tenga su propia sacerdotisa?! ―exclamo enojado. Al dios del trueno le dio un tic en el ojo ¿ese era su gran problema?, ¿que el dios de los herreros tuviera su propia sacerdotisa?.

A decir verdad cada dios tiene una pero Konohamaru no la tiene al igual que Naruto pero por razones muy diferentes, Naruto no tiene su propio templo en la tierra porque todos le tienen miedo. Konohamaru si tiene templo pero no sacerdotisa ya que la ultima que tenia la mando al inframundo para espiar a Naruto, cosa que a nadie le gusto y le prohibieron tener otra.

―Sabes que desde la ultima vez Kurenai te prohibió tener una ―siseo cansado ―Y además Chōji tiene una porque la sabe cuidar no como tu ―ante eso el dios de la guerra se enojo aún más a tal punto de agarrar un jarrón y aventarlo.

―¡Konohamaru ya tranquilizate! ―grito Chōji al ver que aquel jarrón casi golpea al dios rey.

―¡Nunca tengo lo que quiero! ―azoto su pie en el suelo ―¡Primero Naruto me deja, como si fuera basura! ―grito como el niño berrichudo que es.

―¡Sabes que Naruto te dejo porque vio tu verdadera cara! ―exclamo su medio-hermano con frustración; Minato veia todo en silenció.

En eso un destello brillo en el cielo, captando la atencion de los tres dioses; aquel brillo se convirtió en una esfera la cual fue directo al templo del dios de la adivinación, significando que era una visión. Konohamaru fue el primero en irse rápidamente hasta quedar enfrente del gran templo de Iruka; el templo era conocido por ser uno de los más alegres del Olimpo ya que se tratase del dios de la musica y la adivinación.

Intentó abrir la puerta pero esta no se abrió haciendo que se frustrará y empezara a golpear la gran puerta. Adentro en un cuarto muy oscuro, la esfera de luz estaba sobre una mesa; Iruka al ver lo que la esfera predecía se quedo atónito. Veia la ciudad de Atenas, en destrucción, fuego y cuerpos de mortales por donde quier; después la esfera mostro un moises y de el salia el llanto de un bebé, un bebé que tenia tres marcas como las de Naruto. Después mostro una silueta la cual tenia nueve colas y orejas de zorro; unos ojos rojos se mostraron cambiando otra vez la visión, se mostro a un mortal el cual lloraba con un manto en sus manos, el cual Iruka deducio que era el bebé del principio. La esfera se rompió dejando que el pelicafes se quedara en shock.

Corrio hasta una mesa que tenia un cristal con alas, lo sobro y en cuestión de dos segundos la puerta fue abierta por el mensajero de los dioses.

𝐿𝑎 𝑃𝑟𝑜𝑓𝑒𝑐𝑖𝑎 [ PAUSADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora