Fᴜ́ᴛʙᴏʟ Sʜɪᴘs | Cerrado.

Marco Asensio × Isco Alarcón

Viviendo con él- Intoxicados.
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Suspiraba pesadamente. Las cosas no le estaban saliendo del todo bien en estos últimos días. Isco pensaba en qué hacer, anhelaba que alguien lo escuche, pero le aterraba la idea de que lo juzgasen más de lo que lo hacían. Es por eso que decidió callar y tragarse todo el veneno.

Marco, su mejor amigo desde la infancia, lo había notado extraño, últimamente más silencioso, y sin el brillo que caracterizaban a sus ojos. No tenía ganas de hablar, ni mucho menos de querer.

-Estás metido en un problema.-

-¿Yo? Claro que no.- Negaba Alarcón. Su rostro expresaba otra cosa.

-Si te escucho lo entenderé.- El mayor suspiró rendido. Esta vez se abriría ante alguien, depués de todo era su mejor amigo.

Las horas pasaban, y las lágrimas corrían por el rostro de Isco. Asensio estaba aferrado a él, tratando de consolarlo con suaves caricias en su espalda. No lo interrumpió, pues sabía que era algo complicado para su amigo. Le estaba contando sobre su tortura, la prensa, que lo atacaba constantemente, y solo le generaban ganas de desaparecer.

-Ahora entiendo lo que se siente llevar el veneno en la piel...- decía Alarcón, mientras agachaba su cabeza en forma de derrota.

-Sé que estás viviendo con el temor, pero demuéstrate fuerte, aunque tengas menos cartas que los demás.- Alarcón lo mira con un pequeño brillo.- Sé que no quieres hacer nada.- El mayor aparta ls mirada.

-A veces la prensa puede ser muy dura, Marco.- El susodicho lo toma del mentón para que lo mire a los ojos.

-El destino te llamó para enseñar.- Isco se derrumba en sus brazos mientras susurra un débil, pero gratificado "gracias".

El peso se fue, al saber que hay una persona que lo apoya y lo ama.

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pedido de -->

adivinen qn es la pedazo de salamín q se quedó sin imaginación.

nos re vimos caballos, besoss