Manuel Neuer × Jamal Musiala #2

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Buenos Tiempos- Dillom.

¡Advertencia! Contiene relatos sexuales y mención a los cigarrillos. Leer bajo estas condiciones (referencia p3).
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Jamal había adquirido el mal hábito de fumar. Lo hacía de vez en cuando, porque sabía que si lo atrapaban en el acto, lo castigarían.
Sabía que eso podría afectar su rendimiento en el deporte que tanto amaba, pero el cigarrillo lo hacía sentir tan bien, lo hacía disfrutar cada pequeño momento, cada inhalada que le daba, y el humo que salía de su boca.

Además, había escuchado que los cigarros podían hacerlo adelgazar, para él sería un gran beneficio. Sabía que la delgadez era atractiva, sobre todo para sus compañeros del club. No había que culparlo por querer acostarse con cualquiera de sus compañeros. Después de todo, seguía siendo un joven con las hormonas a flor de piel.
[...]

Por otro lado estaba Manuel, un veterano del Bayern de Múnich, que aprovechaba cada oportunidad para acercarse a Jamal. El chico le parecía tan atractivo y caliente, que no podía evitar ponerse cachondo cada vez que pensaba en él.
Varias veces, en los entrenamientos, tenía que huír velozmente, por sus pensamientos impuros con el moreno. Al verlo con su short tan apretado lo ponía mal.
[...]

Un día, después del agotador entrenamiento, salió a las afueras del club. A veces quería sentir el aire fresco en sus pulmones, es por eso que decidió ir caminando hacia su casa. Y en un rincón, lo vio a la joven promesa, fumando.

-¿Jamal...?- El nombrado se asustó, y tiró el cigarro al piso.-¿Acaso estás...?

-Ay. ¡Sí, lo sé! Me hace mal. No hace falta que me lo repitas.- Musiala parecía molesto por la presencia de Neuer, y éste... algo excitado por el comportamiento infantil del menor.- No se lo digas a nadie. Mi padre podría mandarme a una granja...- rogaba con una expresión un tanto atemorizada.

-Eres un egoísta.- Rió el mayor ante el comentario del contrario.- Y, ¿por qué lo haces? ¿Te relaja o algo así?- Neuer sabía bien lo que estaba haciendo, se estaba insinuando un poco al chico.

-Más que por eso, es para perder un par de kilos. Tú me entiendes...-

-Pero si así ya eres perfecto, Bambi.- Acató Neuer acercándose demasiado, casi rozando su piel con la del moreno.- No fuemes más, ¿me entendiste?-

-Pues entonces págame una liposucción.- Respondió el menor con un tono retador. Manuel esbozó una sonrisa juguetona.

-Ahora resulta que andamos con los pedidos.- Dijo el rubio, acorralándo a Musiala contra una pared, dejando que sus brazos lo rodeen.- Pues yo necesito una "pitosucción".- El chico quedó impactado tras las palabras de Manuel, y éste había notado al instante lo que generó en Jamal.- Solo lo dije de broma...-

Luego de unos segundos, el joven habló nuevamente.-Cambiando de tema.-contestó nervioso.- Nunca me has devuelto la botella que te presté hace un tiempo.-

-Oh, sí. Lo dejé en mi casa, pero no sé dónde está.- Musiala lo pensó por un momento.

-Si quieres te acompaño a tu casa y lo buscamos juntos.-

-Está bien, déjame pido un taxi. Creería que estás muy cansado como para caminar hasta allá.-
[...]

Ya se encontraban dentro del carro, los dos estaban en la parte de atrás. Manuel se entretenía conversando con el viejo hombre que conducía el automóvil. Hablaban sobre distintos temas, como el clima o la política. Jamal no se metía a la charla, le parecía extremadamente aburrido. Y lo peor, es que le quedaba un largo trecho por recorrer.
Pensaba en qué podía hacer de interesante mientras tanto, y ahí fue cuando recordó las palabras de su compañero; "pitosucción". Su rostro se trasformó, tenía una sonrísa pícara.
Tiró su celular por accidente, agachándose en el piso del auto. Quedó de rodillas ante Manuel, aunque éste ni cuenta se había dado debido a la entretenida charla que tenía con el taxista.

Jamal, decidido. Empezó a masajear el miembro de Neuer por encima de la ropa, éste volteó rápidamente a verlo con una expresión de pánico.
El menor ni se inmutó y siguió haciéndolo hasta que sintió que el miembro del mayor estaba lo suficientemente duro. Inmediatamente, le bajó los pantalones junto con los boxers.
Abrió los ojos como platos, tragó en seco, era verdaderamente grande, mucho.

Empezó metiendo el glande en su boca, succionando un poco. Neuer tuvo que morderse el labio para evitar emitir un gemido y despertar la confusión en el conductor. Musiala dio algunos círculos con su lengua al rededor de la punta. El mayor respiraba pesado.

-El tiempo está loco.- Decía el taxista para seguir conversando con el arquero.

-Sí...últimamente, siento mucho...- tomó aire para no gemir- calor...-

-En mis tiempos siempre hacía frío.- El conductor rie mientras sigue manejando.- Mi papá siempre me prestaba una bufanda super larga para ir a la escuela. Ahora que en paz descanse.- Rie de nuevo nostálgico.

-Lo lamento...- Dió otro suspiro al sentir como el moreno metía aún más su pene en su garganta.

-No lo lamentes. Fue feliz mientras estuvo en vida.- Manuel levanta las cejas a modo de simpatía, mientras por debajo agarraba a Jamal de los cabellos y lo empujaba más a sus caderas.

Musiala se ahogaba con el miembro del arquero.

-Gire aquí, por favor. A dos cuadras está mi casa.- Pidió el rubio con amabilidad, y acelerando sus movimientos.

Acabó en la boca del moreno mientras el taxista seguía sacandole temas para charlar.

Al llegar, Neuer pagó el pasaje. El conductor se despide con una sonrisa melancólica y se va.
Cuando el arquero volteó a ver al menor, éste estaba hecho un desastre. Los pelos revueltos y la boca hinchada.

-¿Te parece si entramos a buscar tu botella?- Rie Neuer con una sonrisa pícara. Musiala lo sigue.

Después de entrar al hogar del rubio, el moreno es atacado con besos en el cuello. Neuer cierra la puerta con fuerza.

El mayor lo alza y lo lleva corriendo a su cama, para luego montarse encima de él.

Allí seguirían diviertiéndose por un buen rato.

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pedido de Steph_loverrr (graciass)

amo con mi alma esta canción!!

LET'S FUCKING GOOO VOLVÍ A CASA

dale q se vienen las actualizaciones

nos re vimos caballos, besoss!

Fᴜ́ᴛʙᴏʟ Sʜɪᴘs | Cerrado. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora