𝐔𝐧𝐭𝐢𝐥 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐨𝐫𝐠𝐞𝐭 𝐦𝐞

Sólo a Terceros

É𝓵 𝓽𝓮 𝓭𝓮𝓳ó 𝓼𝓲𝓷 𝓪𝓵𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸, 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓸 𝓮𝓼𝓬𝓾𝓬𝓱𝓪𝓻𝓵𝓸 𝓣𝓲𝓮𝓷𝓮𝓼 𝓽𝓪𝓵𝓮𝓷𝓽𝓸 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓭𝓪𝓻 𝓹𝓵𝓪𝓬𝓮𝓻 𝓟𝓮𝓻𝓸 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓪 𝓽𝓮𝓻𝓬𝓮𝓻𝓸𝓼

PXNDX - 𝓼𝓸𝓵𝓸 𝓪 𝓽𝓮𝓻𝓬𝓮𝓻𝓸𝓼

T/n

Escuchar las palabras de Daniela fué como un balde de agua helada.

"Dany ¿Estás bromeando conmigo?"
Miré fijamente a Daniela quien solo miraba para abajo algo desanimada.

"Lo siento, no sabía que uste..."

La puerta de la entrada se abrió. Mi mirada se desvío a la puerta, Alejandra entraba agarrada de la mano con un chico.

"T/n..."
Alejandra me miró sorprendida y soltó rápidamente la mano de aquel chico.
Podía sentir mis lágrimas salir, no puedo soltar un llanto, solo caen.

"Pu-puedo explicarlo"
Alejandra comenzó a acercarse a mi, antes de que pudiera cerrar la distancia por completo, me alejé.
Me hice de lado sin mirarla y comencé a caminar a la puerta, desgraciadamente no puedo quitarme esa sensación en el pecho, me corazón cayó completamente al suelo, solo le faltó pisarlo sin piedad.

Salí de la casa sin mirar atrás, caminé al auto donde estaba mi chófer y simplemente comenzó a avanzar.
Miré rápidamente a la casa y Alejandra salió corriendo en busca de detenerme, pero no lo logró.

Entonces así mi mayor miedo se hizo realidad, ella consiguió a alguien que probablemente es mejor, mejor que yo en todos los sentidos.

No habló conmigo en casi un mes y ahora entiendo porque, estaba cubriendo sus necesidades con el...

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Estoy en el auto de camino al aeropuerto, obviamente quiero regresar a Sheffield y no saber nada más de ella.

Miré a un costado en el asiento, mi teléfono estaba vibrando con la pantalla encendida "My favorite bassist" aparecía en la parte superior. Alejandra me estaba llamando desde que salí de su casa, pero en verdad no quiero saber nada de ella.
El teléfono seguía vibrando, llegaban mensajes y llamadas, incluso de sus hermanas.

Agarré el teléfono y lo aventé con toda la fuerza que tengo por la ventana del auto, no quiero saber nada de ella.

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El vuelo a Sheffield fué como cualquiera, solo que en esta ocasión tengo mi corazón destrozado y ni siquiera puedo llorar.

Arthur me acompañó todo el camino, como su trabajo lo indica, no puedo hacerme preguntas ni hablar conmigo amenos que yo tenga iniciativa. Le tengo confianza y normalmente lo incluyo en todo, en esta ocasión no puedo ni mirarlo, el lo ha notado, pero simplemente me da mi espacio.

Llegamos a mi enorme casa que comparto con mis compañeros de la infancia, bajé del auto y simplemente mis pies me llevaron a la puerta.
Antes de que pudiera girar la perilla, la abrieron por dentro. Anna, Peter y Emilio salieron corriendo de adentro, me abrazaron entre los tres, no puedo llorar por alguna razón, pero siento horrible en mi pecho.