"Toda mi vida fui vista como algo, nunca como alguien. Soy solo un experimento que salió bien, soy un monstruo que ellos mismos crearon. Yo no soy Death Lizárraga."
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-pero...¿si hay personas que no quieren ser protegidas?.-mi madre acarició suavemente mi cabello.
-Entonces, dejarlos ir es lo mejor para ellos...-la mire esperanzada.
-Crees que Luisa quiera ser protegida?-ella tomo mi rostro y le dio un beso en la frente.
-Eso, es algo que tendremos que averiguar.-Asenti y miré su rostro demacrado, lleno de cicatrices. Además de no poseer el hermoso cabello rizado que la caracterizaba.
-Te sientes mejor?-ella asintió. El sonido de ella rechinante puerta llamo mi atención,Adán estaba parado en el marco de esta.
-Como está?-se acercó a la gran cama, sobando la cabeza de Mamá.
-Esta estable. La temperatura bajo.-le retire un paño de agua tibia de su frente.
-Eres muy fuerte.-le hablo a mamá.
-Gracias por cuidar de mi.-yo solo asentí y deje el balde con el agua en el piso.
-lo hacemos porque te amamos...mucho, Lourdes.-ella sonrió decaída.
-me sigues amando aunque no sea tan hermosa como antes?-Adan sonrió.
-Eres aún más hermosa.-su sonrisa me causaba una gran incomodidad.
(...)
-Quiero descansar...-mi madre suspiro cansada.
-Te dejare dormir.-lleve mi mano hasta la lámpara que alumbraba la habitación, pero ella paro mi mano.
-No me refiero a dormir...-ahi fue cuando me di cuenta de lo mal que estaba mi madre, ella quería descansar en paz. Pero sabía que no lo haría hasta haber cumplido su meta.
-Aun te necesito aquí...-bese su huesuda mano.
-...Cuando amas algo...debes dejarlo ir...-acaricie su rostro.
-Aun no estoy lista...no quiero quedarme sola...-mi voz se escuchaba entrecortada.
-...la vida no siempre nos prepara para todo...nunca nadie está listo...-suspiro pesadamente.-...yo tampoco estoy lista para irme...pero debo hacerlo, solo así acabará todo...
-Eso no sucederá, papá no descansará hasta cumplir con su tarea.-me miro a los ojos.
-...Este infierno no es eterno, Liam. Al menos, para ti no.-peino mi cabello con sus manos.
-No te preocupes, mamá. Haré que el infierno sea eterno para ellos.-asintió y poco a poco se quedó dormida.
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