Eva
La fiesta de Oscar no había resultado nada bien. ¿Por qué tenía que ir el chico del aeropuerto?
Quisiera estar en casa. La verdad no sé que hago aquí. Helena se olvidó por completo de mi, está con un montón de gente desconocida y con Oscar obvio. Y yo estoy me ahogando en la soledad.
No sé porque siempre hago lo que los demás quieren, tendría que evitar seguir haciendo eso...
No volví a cruzarme con aquel chico y esperaba no hacerlo.
Me sorprendió ver la pantalla de mi teléfono brillar pero antes de ver ya sabía que era una llamada de Erick. No es por nada pero desde que Helena y yo vinimos me llama cada dos horas— literalmente — No se que puede pasar en dos benditas horas.
En dos horas puedes darle un puño a alguien y hacer una gran escena en una fiesta.
Gracias conciencia. No lo había pensado.
Mi intención era ignorar la llamada Pero al final le contesté.
— Hola ¿Que tal t...? — Dije, Pero nada más me escucho y no me dejó terminar.
— ¡HOLA! ¡¿Por qué no contestas?! Estába desesperado. Tenía que te pasará algo yo...
Ok esto fue demasíado. La maldita llamada fue la gota que colmo el vaso.
— A ver Erick aprecio mucho que te preocupes por mi Pero no tienes porque llamarme cada dos horas, mucho menos porque regañarme a cada instante por no contestar. Y lo peor es que, no tienes porque desesperarte o preocuparte por mi se cuidarme perfectamente sola.
— Wow. — Su voz paso de ser preocupada a tener cierta ira y me atrevo a decir que algo de decepcion.— siento mucho preocuparme por ti. No sabía que era motivo para que te enfadaras.
— Lo siento Pero ha sido demasiado. No he necesitado que nadie me cuide en toda mi vida. Se defenderme sola y en dado caso de que esté en peligro. Estamos a kilómetros de distancia así que dudo que puedas hacer algo. Ahora sí no te molesta estoy en una fiesta que planeo disfrutar.
Sin dejar que contestara le colgué el teléfono. Ya la estaba pasando bastante mal en el dichoso viaje
No éramos novios Pero teníamos... Una relación algo extraña. Aún así al llegar aquí me di cuenta de que las personas no son lo que aparentan ser, en el poco tiempo que he pasado fuera de casa este chico me ha llamado una vez cada dos horas (si literalmente) no quiero una relación tóxica. ¿Por qué los chicos son tan complicados? Luego dicen que somos nosotras.
— Oye linda un amigo mío te quiere conocer — Una voz ronca me saco de mis pensamientos. Y claro tenía que ser un idiota intentando ligar.
Le puse mala cara y lo ignore, era mejor no prestarle atención.
El problema se presentó cuando el chico se acercó a mi y acomodo mi cabello.
— ¡¿ERES IDIOTA O QUE TE PASA?! ¡¿QUIEN DEMONIOS TE CREES PARA ACERCARTE ASI?!
— A ver niñita. No me grites, más te vale no usar ese tono conmigo otra vez porque...
— ¿Que le harás? — Reconocí la voz al instante. Era el chico de ojos cafés
Esto se pone cada vez más interesante... Tal vez consigas un cadáver y un nuevo ligue.
Conciencia no es el momento.
Solo decía.
— Jasper... Yo no... — El idiota número uno pareció algo intimidado por el chico de ojos cafés (ahora conocido como Jasper). Era comprensible debo admitir que el tal Jasper era intimidante y el idiota número uno era un flacuchento con aire de superioridad.
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Las Tardes Que No Estuvimos Juntos.
Ficção AdolescenteLas tardes que no estuvimos juntos... Poco común Pero muy real.