Quiero tu amor

A consciencia. I

Era un día tan normal en la ciudad de San  Fransokyo, un día soleado en esta ciudad tan bonita, acogedora y llena de cosas increíbles como los robots, los trenes, las luces y las tantas festividades que hay en esta ciudad, Miguel y Hiro se conocieron de casualidad o bueno...le llamaría Miguel ya que Hiro no confiaba en las casualidades, es decir, tenía 16 años y parecía tener el cerebro de Einstein (el único científico que lograba recordar Miguel a sus 14 años de sus clases de secundaria)

Hiro decía que la "casualidad" a la que le llamaba Miguel era algo muy obvio, literalmente vivían a lado y que la Tía Cass y la señora Luisa Rivera se pusiera a platicar con la misma como si se conocieran de toda la vida no es que ayudara en mucho.

[2 año atrás]

La señora Luisa llevaba como 20 minutos platicando con la vecina, ambos adolescentes en sus dichas casas se estaban aburriendo de estar solos, mientras tanto Hiro revisaba la hora en la que iba a regresar Tadashi, Miguel veía constantemente la ventana divisando como su madre y aquella dulce señora ahora se sentaban en una de las mesas de la susodicha cafetería.

-Uhg, mamá va a tardar mil años si no la alejo de esa señora, vamos Coco -dijo Miguel mientras tomaba su chamarra roja y salía de casa con Coco en brazos (su hermana menor)-

-Tía Cass se ve distraída...creo que será buena idea para ir a la universidad y arreglar ese proyecto que tanto me espera -dijo con una sonrisa el azabache para después tomar su chamarra azul e ir corriendo abajo-

-Disculpen...buenas tardes, mamá, Coco tiene hambre y yo estoy aburrido en casa, ¿Podemos irnos? -dijo mientras le entregaba a la niña a su madre que tenía en brazos-

-Oh, señora Cass, él es mi hijo, Miguel Rivera del que tanto le he platicado -hablo en un perfecto inglés la señora Luisa, del cual Miguel solo entendió "Cass-Miguel Rivera", ¿Debía preocuparse de su inglés tan básico? que ni siquiera llegaba a ser básico...-

-Owww, que lindo muchachito, he escuchado mucho sobre ti Miguel, eres mucho más lindo en persona -dijo mientras dejaba algunas caricias sobre el cabello del contrario-

-Eh... -volteo a ver a su madre muy confundido sin entender ni el 10% de lo que le acababa de decir-

-Él no habla muy bien el inglés señora Cass, lo siento mucho pero me tengo que ir, tal vez otro día podamos seguir platicando -interrumpió mientras tomaba la mano de Miguel, ¡Si, por fin se iban a ir!-

-Entiendo señora Rivera, nos vemos después -iba a despedirse hasta que vio una sombra a sus espaldas, se dio la vuelta y tomó al pequeño niño que intentaba escabullirse de casa- ¿A donde vas Hiro Hamada?

-Maldita sea... -murmuró mientras volteaba a verla con una sonrisa- Tía Cass, yo solo quería ir a la universidad para checar algo por que estoy un poquito atrasado con mis tareas.

-Si claro, mejor ven a conocer a la familia Rivera, ¡Luisa! -alzo la voz la Tía Cass mientras sonreía- Él es mi sobrino, Hiro Hamada, vengan a conocerlo por favor.

Miguel al momento que su madre volteo obligándolo a hacer lo mismo se encontró con la mirada profunda de un chico al parecer más alto y mayor que él, tenía unos ojos gigantescos a parecer de Miguel y su cabello parecía si lo hubieran trasquilado, ¿Quien le había hecho tal atrocidad?. Su piel era blanquecina, parecía gasparin de lo blanco que estaba.

-Mucho gusto Hiro, soy la señora Luisa Rivera, nos acabamos de mudar hace unos días a la ciudad, él es mi hijo Miguel y ella es Coco -presento la madre de Miguel mientras que el azabache sólo dirigía su mirada a los mencionados, alzando una ceja al notar como no lo dejaba de ver el mayor de sus dos hijos-