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Katsuki miró alrededor de su habitación, tratando de despertar cualquier tipo de reconocimiento de las pocas cosas que tenía. Miró la foto en su pared, pero no sabía cuándo la había tomado. Katsuki rastreó su dedo por el lomo de un libro en su escritorio, pero no tenía ni idea de qué se trataba. Cogió un llavero de un héroe y lo giró en su mano, pero no le llegó nada. Parecía que solo la gente despertaba sus recuerdos.

Se acercó a su escritorio y dejó la carpeta que Aizawa le había dado. Estaba lleno de fotos y nombres de todos sus compañeros de clase y profesores. De las pocas páginas que hojeó, pudo identificar exactamente cómo se sentía si se concentraba lo suficiente. Solo había uno que todavía lo confundió.

Sacó la foto del niño con pecas. Midoriya Izuku, ¿eh? Deseaba que el nombre por sí solo pudiera hacer que lo recordara todo. Estaba muy seguro antes, pero ahora sentía que estaba flotando solo en un océano sin chaleco salvavidas. Si él e Izuku no eran novios, ¿qué demonios eran?

Necesitaba hablar con él para entender lo que estaba pasando. Seguramente Izuku sabía algo que los demás no sabían.

Antes de que Katsuki saliera, se detuvo en su espejo. Se dio cuenta de que no podía recordar cómo era. Volviendo a mirarse a sí mismo, fue golpeado por una ola de emociones.

Solo pudo soportarlo unos momentos antes de tener que mirar hacia otro lado y salir corriendo por la puerta.

Chasing the rabbit-mimiwrites (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora