Un día nuevo.
Tengo esas vibras de que hoy va a ser un buen día.
Me levante y me tropecé, pero con el otro pie evite caerme.
No le di importancia y seguí caminando, entre al baño y me resbale para luego caerme al suelo.
En definitiva, mis vibras eran completamente malas.
Me le levante del suelo e hice todo lo que debía en el baño.
Salí de el baño y mire la hora.
6:30 a.m.
Quince minutos para desayunar y luego partir al instituto.
Fui a la cocina a comer cereales con leche, abrí la nevera y saque los alimentos necesarios y empecé a comer.
Me senté en la mesa y comencé a comer.
Cuando iba a por la mitad del cereal me dio un escalofríos y pateé la mesa.
Gran problema.
El cereal con leche calló en mi falda manchando mi uniforme de la escuela.
Mire la hora; 6:45 a.m.
Mierda.
Rápidamente deje el cereal arriba de la mesa y fui a mi cuarto lo antes posible.
Busqué en mi armario el otro uniforme.
¿¡Dónde mierda esta!?
Luego de buscar un rato, lo encontré, estaba al fondo de todo.
Luego de cambiarme el uniforme, mire la hora.
7:03
Mierdamierdamierda.
Tome mi mochila y corrí al instituto.
Llegué a la puerta del salón algo agitada, tome aire y entré.
-Llega tarde señorita Prescot.
-Lo que pasa es que...-Intenté decir, pero me interrumpió.
-Tendrá que sentarse junto a el señor Scheider.
Lo miré, estaba pálido.
Dí un suspiro y me senté donde me habían dicho.
Durante la clase sentía que a ratos me miraba, yo solo lo ignoraba.
Cuando estábamos ya a mitad de la clase, decidí mirarlo.
Al fin pude verlo detalladamente.
Tenía unos ojos azulados, que, a decir verdad, eran hermosos.
En el momento que giró su cabeza hacia mi, nuestras miradas se cruzaron.
Sentí como los colores subían a mi cara y seguí prestando atención a la clase.
La clase finalizó y yo salí de ella, me fui con Katherine, le conté el mal día que había tenido, y me disculpé por no pasar a buscarla.
Las clases por hoy terminaron, hicimos nuestra rutina, caminamos hasta su casa, me despedí de ella y comencé a caminar.
Cuando me faltaban cinco cuadras me tropecé, y me raspé la rodilla, un poco grave porque me estaba sangrando bastante.
Cuando me quise levantar, vi una mano ofreciéndome a ayudarme a hacerlo.
La acepté y logré levantarme.
Mire la cara de esta persona para ver de quien se trataba.
Era aquel chico frío.
Él me dio alcohol, algodón y vendas sin decirme nada.
Yo le agradecí y él se fue.
Que amable.
Fui a una banca que estaba aproximadamente a cinco metros, me senté e hice lo que debía con lo que me habían dado.Continué caminando hasta llegar a casa, entré y deje todas las cosas.
Me fui a mi cuarto a cambiarme, luego tome mi notebook y me senté en la cama.Luego de sentarme, la tome con una mano porque con la otra estaba intentando agarrar un cuaderno que tenia arriba del escritorio que quería ver algo.
Supongo que habrán adivinado.
Debido a un desafortunado estornudo, la notebook cayó al suelo.
Creo que es demasiada mala suerte para que sea todo en un día.
No se que me paso que la mala suerte viene hacia mi.Tomé la notebook y por la mal caída, se le salio una tecla y no prendía.
Mierda.Estoy, prácticamente, frita.
Mi mamá me va a matar.
¿Saben lo que sale arreglar esto? ¡¡CARISIMO!!
Y eso que el día recién comienza.
Suspiré ante esos pensamientos.
Dejé la notebook arriba del escritorio y me fui a la cocina a comer algo.
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Dark and Light
RomanceGina Prescot es una adolescente de 17 años que vive en un pequeño pueblito. Su vida es la de la típica adolescente. O al menos eso cree la gente. Hasta que un día lo conoce a él. Adam Scheider pone su vida vuelta de cabeza. Intentaran estar junto...