Cap 2: Vida Parisina

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La noche pasó con tranquilidad y dando apenas las 5 de la mañana se podia ver a Satoshi haciendo estiramientos estando ya despierto con una camisa deportiva, una banda amarilla en la frente y solo con un pantalón deportivo puesto, salió de su habitación para dirigirse a la zona amplia de la casa empezando hacer posturas y movimientos de pelea para no perder su rutina. Creció siempre con la ideología de que un guerrero nunca debe perder el mas mínimo momento para entrenar y mantenerse fuerte, su concentración fue interrumpida por la voz de alguien

Takeda: ¿También tú eh?

Dijo el más joven de los Takahashi acercándose a su primo teniendo una apariencia similar solo que Takeda tenía una camisa sin mangas y sus manos con vendas como siempre solía hacer. Ambos se saludaron con una reverencia

Satoshi: A pesar que estoy en nuevos horizontes nunca debo dejar las enseñanzas de mi padre

Takeda: Entonces hay que empezar a que te acostumbres rápido

Takeda dijo con una sonrisa yendo hacia una estatua con forma de dragon para solamente darle vuelta a la cabeza de la misma, Satoshi sintió como el suelo se empezó a mover haciendo que este diera un salto de la impresión, donde estaba aquella loza plana se empezaron abrir compuertas donde salían desde postes, estructuras altas y bajas, mecanismos con armas y alguna qué otra diana de tiro

Takeda: Papá instaló este sistema de entrenamiento desde que nos mudamos aquí... ¿es mucho para ti?

Preguntó un poco sarcástico Takeda

Satoshi: Ni un poco

Respondió Satoshi con una sonrisa confiada en su rostro dando así inicio a su entrenamiento... pasaron las siguientes 2 horas entrenando sin descanso para no perder sus reflejos en kombate tanto ofensivos como defensivos, ambos terminaron sentados en el suelo agotados y empapados en sudor aunque con uno que otro moretón en los brazos y mejilla, era superficial claro ya que las heridas y marcas son prueba de su destreza en el kombate

Satoshi: Aún hay tiempo así que...

Entonces el joven Hasashi se puso de pie mirando con una sonrisa retadora a su primo

Takeda: No me digas.... ¿acaso quieres la revancha de cuando éramos más pequeños?

Satoshi: Y que mejor momento que este ¿no crees?

Impulsado por el desafío que Satoshi representaba ahora Takeda se puso de pie para así ambos tomar algo de distancia y ponerse en pose de pelea pero antes de que pudieran lanzarse uno contra el otro ambos se dieron cuenta de que el padre de Takeda se encontraba parado a unos metros de ellos "observando" a los adolescentes solo que esta vez en sus ojos había una venda roja cubriendo estos y no los gafas qué llevaba ayer, estaba de brazos cruzados pero curiosamente traía sobre su torso una cinta la cual en su esoalda se encontraba una katana en su funda

Kenshi: Continúen

Dijo en un tono tranquilo hacia los chicos, ambos entonces con un asentimiento volvieron a lo suyo, no tenían de que preocuparse por el mayor ya que a pesar que tuviera esa discapacidad Kenshi podía cuidarse bien. Entonces así la pelea entre ambos jóvenes empezó, Satoshi y Takeda se daban golpes entre sí a la vez que se esquivaban uno del otros demostrando sus destrezas en kombate y agilidad, uno que otro moretón notorio quedaba marcado en sus brazos, mejillas o abdomen pero no era relevantes para ellos, desde barridos hasta patadas altas y desde esquives precisos hasta golpes en el aire, la pelea acabó con un empate ya que ambos chicos a pesar de su voluntad y espíritu de kombate eran fuertes no les quitaba qué no se pudieran quedar exhaustos aunque realmente para Satoshi se sentía apenas cansado y vencer a su primo que se veía agotado pero aún con deseos de pelear no lo veía justo, sabía que aún tenían esa revancha de la niñez pero esto era más como convivencia qué otra cosa. Ambos primos estaban sentados en el suelo jadeantes por el esfuerzo a la vez que Kenshi se acercaba a ellos seguido por la señora Bo con un par de toallas para los jóvenes

Miraculous Kombat: Dinastía de PoderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora