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Ese día en la cafetería cambió el rumbo de la relación de ambas chicas.

Después de las palabras de Chaeyoung y su abrazo, Mina pudo empezar a confiarle cosas.

Comenzando con hablando de cosas cotidianas. El porqué de su timidez o falta de comunicación.

Ese día la menor descubrió que no era alguien de falta de comunicación, se comunicaba mejor que su amiga que estudiaba letras.

Y Mina se enteró que Chaeyoung su más grande sueño era poder tener una galería de Artes. Exponiendo sus obras.

Pero, algo que se percataron las dos, es que se conocían tanto y a la vez nada. Cómo si todos esos meses que estuvieron en la misma habitación sin intercambiar grandes palabras que no sean: “hola” “buenos días/noches” o “no voy a volver hoy”.  Pero ambas conocían rasgos de la otra, como sin hablarse lograron comunicarse.

Cómo Chaeyoung sabía que Mina solía ser muy activa en las noches, escribiendo con auriculares, viendo series o animes, o leyendo.

O qué Mina sabía que Chaeyoung era alguien con un sueño pesado, alguien optimista pero con personalidad desafiante. Y muchos otros pequeños detalles de ambas que sabían.

¿Entonces qué cambió?

En qué ambas, conocieron más a profundidad, vivían juntas y sabían de sus gustos, saberes y rutinas.

Pero les faltaba conocerse más, el porqué de todo.

Ése jueves de viento frío, las dos chicas fortalecieron ese lazo que sin saber de su existencia estaba.

Es por éso, que Chaeyoung aún más enamorada de la mayor, decidió invitarla el domingo a ver las estrellas en un gran telescopio rentado.

Aquel día las nubes que parecían interminables sin siquiera moverse, se despejaron. Y sabiendo que a su mayor le gustaban las estrellas ¿Que mejor que dar el fin de sus lecciones con esto?

Con el último poema.

Chaeyoung se sentía confiada con sus lecciones, sabía que podía dar algo presentable.

Y con eso en mente, le dijo a Mina.

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El domingo, cuando la noche por fin cayó, ambas chicas ya se encontraban yendo al lugar.

Era un gran descampado custodiado por algunas personas. Y algunos telescopios alejados de otros.

Fascinada Mina, caminaba atrás de Chaeyoung quien enternecida por la emoción de la contraria, la dirigía felizmente.

Al llegar, la mayor sacó una manta para colocarla en el suelo y poder sentarse hasta que dieran paso a la hora y apagaran las luces para poder mirar el cielo.

Lo cual, no tardó en llegar.

Apagaron las luces, y desde ahí ya se podía ver el cielo despejado, al menos la gran parte.

Decir que Mina irradiaba felicidad era poco.

Por lo cual, sin pensarlo mucho fue la primera en tomar el telescopio y mirar.

—¡Chaeyoung mira esto!—sonrió Mina, observando desde el telescopio rentado las estrellas lejanas—Son preciosas—comentó con un tono de voz más bajo, perdiéndose en la belleza de las estrellas.

—Desde aquí las puedo ver—le informo, la menor mirando también perdida, la belleza de la mayor. Que con la luz de la luna casi opacada por las pocas nubes, hacía a Mina brillar.

The poet's teaching Donde viven las historias. Descúbrelo ahora