Mami Vegetta

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Quizás no era buena idea dejar a su hijo y a Roier solos, pero ellos no serían tan tontitos como para ensuciar su sagrado gimnasio con ese tipo de cosas poco cristianas. ¿Verdad?
Además solo les dejaría unos minutos antes de volver a entrenar, lo único que quería era buscar algo más cómodo.
Sentía que el traje que traía le apretaba demasiado la parte del pecho.

Dejó a Rubius encima de una banca y se dispuso a buscar en su maleta alguna camisa o en dado caso pensaría en ir sin nada en la parte de arriba.
Mientras aún tuviera su six pack le sacaría provecho.

Estaba buscando su ropa cuando sintió unas manos pasearse por su espalda, dando leves rasguños y atreviendose a ir hasta adelante y comenzar a manosearle lo que Rubius solía llamar "su tremendo par de tetas".

Había dejado de pelear contra el rubio sobre llamarle así a sus pectorales ya que siempre terminaba cediendo ante esa carita de osito que ponía.
Donde sus pupilas se dilataban y tenía ese pequeño temblor en el labio.
Algo inocente y lindo que no quedaba con la actitud tan pervertida que realmente tenía.
Igual, tenía que admitir que con semejante tamaño si llegaba a quedar en la definición.
Le enorgullecía incluso.

Fingió no prestar tanta atención, hasta que sintió la caliente respiración de su esposo en su nuca.

— No podemos.— dijo intentando disimular el temblor de su voz cuando sintió aquel apretón que daba justo en su punto débil.
¿Desde cuándo era tan sensible?
Oh claro.
Desde que Rubius empezó con ese gustito suyo de manosearle al punto que en ocasiones el solo roce de la ropa le ponía erecto.
Era recordar los labios de su esposo sobre sus tetas, la forma en que sus dientes se apretaban y succionaba con desespero como si quisiera ser alimentado.

— Solamente te estoy dando un masaje.— Sus manos se movían de arriba a abajo dando ligeros apretones y atreviéndose a tomar esos botoncitos que él solía decir eran su perdición. — Sé que sueles lastimarte un poco al hacer pesas, yo solo me preocupo por ti.—

Samuel realmente quería alejarlo decirle que no era el momento adecuado para eso pero su mente no parecía estar en sincronía con su cuerpo ya que cuando menos lo esperó estaba tomando las manos de Rubius y guiando sus movimientos.

Su temperatura comenzó a elevarse y ya no sabía si era debido al anterior ejercicio o que sus hormonas estaban demasiado alteradas por culpa del noruego.

Fuese de cualquier forma, no solo sus pezones se encontraban duros a este punto.

— Solo... Un poco.— gimió sentándose en la banca y dando unas leves palmadas en su regazo, Rubius sin perder un segundo más se sentó sobre aquellas tremendas piernas (que también adoraba tener al rededor de su cabeza) y como si fuese demasiado la urgencia empezó a lamer y chupar.
No alejaba su cabeza de ahí ni siquiera para respirar.
La punta de su lengua y el roce de sus dientes era apenas el inicio de este jugueteo.

Vegetta acunó el rostro de su esposo con cuidado, soltando leves jadeos por sus atenciones tan desesperadas.
Cerró sus ojos unos segundos dejando que le tocase a su antojo cuando un escalofrío le recorrió y un pequeño grito salió de sus labios cuando esa mordida fue más dura de lo usual.

Instintivamente se hizo hacia atrás pero claramente no se la dejaría fácil ya que le tomó con fuerza y siguió chupando, así mismo dejando un camino de besos por todo su pecho.

— No dejes marcas...—

Su boca decía no pero su cuerpo decía que sí.
Adoraba ver aquellos moretones en su cuerpo, amaba admirar cada marca ya fuese por mordidas o nalgadas.
Incluso el látigo dejaba un hermoso moretón alargado por sus piernas y espalda.
No tenía que ceder aún si era tan delicioso para él que movía ligeramente a Rubius sobre su erección para darle algo de calma.

Ya que mientras mordía su pezón derecho el izquierdo era apretado y estirado ligeramente con sus dedos lo dejaba lo suficientemente húmedo pero luego cambiar de lugar y apretar esas tetas mientras colocaba su cara enmedio.

— Tremendas tetas tienes, Vegetitta.
¿Cómo las tendrías si te hago un lindo bebé?
Tan grandes y llenas de leche seguramente. Me sentiría un poco celoso por tener que compartirlas pero con que me des un poco yo puedo ceder.— apretó con fuerza asegurándose de dejar su mano marcada.— ¿Serías una linda mami, Vegetta?
Aunque ya te decía papi siento que el apodo de mami también te queda.

Ronroneó mirándole mientras volvía a meter el pezón en su boca, delineando con la lengua y haciendo la succión de una forma obscena donde la saliva salía de entre la comisura de sus labios.

Movía sus caderas dando leves brincos, mostrando que se podía entregar completamente.
Estaba seguro que nadie les interrumpiria.

Tenía que desahogarse un poco las ganas que sintió al apenas ver a su esposo sudando, con músculos marcados y la ropa sin dejar ya nada a la imaginación.

— Vamos mami.— bajó juguetonamente su mano hasta el miembro del oji morado, notando como estaba tan duro y húmedo por el liquido preseminal que tenía en la punta.— Dame algo de "leche".—

Puede que la sobre estimulación fuese demasiado o que ese apodo solo le ha creado un nuevo fetiche, pero no pudo aguantar más.
Sintió tensión en su vientre bajo, su orgasmo le envolvió y joder...
No dejaba de sentir esos dientes apresandole.
Dolía y le encantaba.

— Eres una buena mami, Vegetitta— su mirada se poso sobre su esposo queriendo calmarse un poco, lastima que al prestarle atención notó como de una forma tan vulgar tomó algo de semen entre sus dedos y lo unto en sus tetas para luego lamer lentamente.
Disfrutando el sabor que tenía y fingiendo que realmente le estaba alimentando como un bebé.

— Si no fuera porque tenemos algo importante que hacer más tarde, ya  estaríamos como Spreen y Roier follando contra la pared.— dijo juguetonamente sin esperar que Vegetta se lo quitará de encima y saliera rápidamente de ahí para ir a por su hijo y yerno.

— ¡En mi gimnasio no!—

¿Por qué abrió su bocota?
Ahora se ha quedado sin vege-tetas y con la polla tan dura que podría usarla para clavar un clavo en la calva de Auron.
Y puede que también les arruinó el rollo a los chicos.
Ya ni modo.
Después podría tener su cara o algo más ahí.

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⏰ Última actualización: Jul 21 ⏰

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T.E.T.A.S Spiderbear/SproierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora