Labios húmedos
El profesor de matemáticas abandonó el aula y yo cerré la libreta con la cabeza palpitando. La única vez en mi vida que fuí buena en las matemáticas fue cuando estaba en primaria y sacaba solo dieces, cuando entré a la secundaria y el abecedario hizo acto de presencia en las actividades, mis conocimientos se estancaron
Por lo tanto, soy un asco en las matemáticas
__ ¿Porque vemos matemáticas en psicología? __ lloriquee
Eduardo se acerca tomando asiento a mi lado
__ Porque la vida está llena de números __ me golpea la frente con el lápiz __ y se necesitan para todo
__ No los veo tan interesantes __ bajé las comisuras de mis labios
En un movimiento inesperado el pelinegro me atrajo a su cuerpo haciéndome quedar casi sobre él
__ ¡Está hueca! __ exclama mientras golpea mi cabeza
__ ¡Suéltame! __ forcejeo __ ¡Me vas a hacer un agujero en el cráneo, idiota!
Eduardo estalla en estruendosas carcajadas y yo le golpeo el brazo sobando mi cabeza. Me levanté de la silla y cogí mi botella de agua dando un largo trago
__ ¿Es normal que haga tanto calor? __ suspiré
__ No es normal, definitivamente tenemos al sol aquí con nosotros
Me sobresalté al escuchar la voz de Sebastian a mi lado. Inhalé esperando sentir el olor a menta invadir mi nariz pero no estaba, no olía a menta, en su lugar se podía percibir un ligero olor cítrico
Lo observé confundida y él hundió las cejas en mi dirección al sentir mi mirada en él. Tenía ciertos puntos rojos en sus brazos que parecían ser manchas de pintura, un helado de fruta permanecía en su mano derecha y en sus oídos estaban enganchados sus auriculares. Seguía sorprendiendome su altura, debía rondar por el uno noventa y algo seguramente, me siento tan pequeña a su lado
__ ¿Que escuchas? __ estiré el brazo para coger su auricular
Me permitió tomarlo y me lo coloqué reconociendo de inmediato al cantante
__ ¡Estás escuchando a mi novio! __ exclamé en una sonrisa
No soy eterno de Milo J llenaba mi cabeza. Mordí mi labio inferior pensando en que ya tenemos algo en común. Sebastian me mira de reojo y sonríe sin separar los labios
__ Ya quisieras
Con eso se sienta al lado de Brennda y yo le sigo tomándome el abuso y la confianza de tomar su teléfono para cambiar la música.
¡Tengo su teléfono en mis manos!
Puedo meterme donde sea, ver lo que sea
Definitivamente revisaré su galería, no. Mejor sus chats
Me senté a un lado de Eduardo y abrí la cámara para tomarme fotos, mejor no me meto dónde no me llaman, la última vez que me pasé de curiosa encontré porno casero. Apunté la cámara hacía él y sonreí cuando él se cruzó de brazos y me lanzó una mirada divertida, me sigue pareciendo jodidamente atractivo; sus facciones no son completamente masculinas, tiene cierto aire femenino y esos lunares salpicando su rostro le dan un toque. Seguramente estoy loca, si. Le tomé una foto y a través de la cámara reflejada en la pantalla del celular admiro como los rayos del sol que se colaban por las ventanas bañaban su cuerpo, como ese mismo acto natural causaba que sus ojos café se vieran aún más claros y llamativos, admiraba con deseo sus labios rojizos, húmedos e hinchados por el helado, curvados en una sonrisa mientras hablaba con algo de pereza
ESTÁS LEYENDO
Para Cuando El Verano Nos Abandone
RomanceNos alcanzó el invierno, nos abrazó la primera y finalmente nos abandonó el verano.