Sombras del Pasado

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La mañana llegó con un cielo gris y nublado, como si el clima reflejara la tensión que sentían Darki, Scott y Jenny. Tras prepararse para investigar la mansión, se encontraron en la casa de Darki para repasar su plan.

“Antes de irnos, quiero que tengamos claro lo que vamos a hacer,” dijo Darki, mientras revisaban el mapa de la mansión. “Primero, investigaremos el exterior y buscaremos cualquier entrada o señal de actividad reciente. Luego, entraremos solo si estamos seguros de que no hay peligro inmediato.”

Jenny, con un semblante preocupado, asintió. “Sí, pero debemos estar preparados para cualquier cosa. Lo que estamos buscando podría estar bien escondido.”

Scott, mirando el reloj, comentó: “No olvidemos que la mansión ha estado desierta por años. La sociedad secreta podría haber hecho reparaciones o cambios que no están registrados.”

Cuando llegaron a la mansión, el ambiente se volvió más inquietante. La antigua estructura, envuelta en enredaderas y sombra, parecía tener un aura ominosa. El grupo se acercó con cautela, observando el lugar en busca de cualquier signo de actividad.

“Parece que nadie ha estado aquí en un tiempo,” dijo Scott, mientras revisaba los alrededores. “Pero eso no significa que estén aquí.”

La puerta principal estaba cubierta de polvo y telarañas, pero se movió con facilidad cuando Darki la empujó. La mansión estaba en ruinas, con muebles rotos y cortinas desgarradas. Sin embargo, había una sensación de inquietud en el aire, como si la casa tuviera secretos ocultos.

“Vamos a dividirnos para cubrir más terreno,” sugirió Jenny. “Darki y yo revisaremos la planta baja, mientras Scott investiga el segundo piso.”

Mientras exploraban la planta baja, Jenny y Darki encontraron un antiguo estudio lleno de documentos esparcidos. Jenny comenzó a revisar los papeles, buscando cualquier referencia a rituales o actividades recientes.

“Estos documentos parecen antiguos,” dijo Jenny, pasando las páginas con cuidado. “Algunos mencionan rituales similares a los que vimos en la iglesia.”

De repente, un estruendo proveniente del piso superior hizo que ambos se detuvieran. Jenny y Darki se miraron con preocupación.

“¿Scott?” llamó Darki, subiendo rápidamente las escaleras. “¿Estás bien?”

Al llegar al segundo piso, encontraron a Scott con el rostro pálido y el cuerpo temblando. Frente a él, una figura encapuchada se había materializado de la nada, con un aire de amenaza y malicia.

“No debieron haber venido aquí,” dijo la figura con voz fría y amenazante. “Ahora están en peligro.”

Scott, aún atónito, trató de recuperar la compostura. “¿Quién eres? ¿Qué quieres?”

La figura encapuchada se acercó lentamente, sacando un objeto brillante de debajo de su capa. “No es asunto de ustedes. Este lugar está protegido, y lo que buscan no está destinado a ser encontrado.”

Sin previo aviso, la figura comenzó a recitar palabras en un idioma antiguo, y una energía oscura pareció envolver la habitación. Darki, Jenny y Scott sintieron una presión en el aire, como si una fuerza invisible intentara separarlos.

“No podemos permitir que nos detengan,” dijo Darki con determinación, mientras trataba de acercarse a la figura. “Estamos aquí para detener algo grave.”

La figura encapuchada dejó caer el objeto brillante, que resultó ser un antiguo amuleto. Al hacerlo, el aire se llenó de una energía intensa que los empujó hacia atrás.

“¡Rápido!” gritó Jenny, intentando mantener el equilibrio. “Debemos salir de aquí y analizar lo que encontramos.”

El grupo, tambaleándose por la fuerza, se retiró de la mansión, su corazón latiendo rápidamente. Al llegar al exterior, se detuvieron para recuperar el aliento, sus rostros reflejando la tensión y el miedo que sentían.

“Eso fue demasiado cerca,” dijo Scott, con la respiración agitada. “Tenemos que tener más cuidado. Ellos están desesperados por proteger sus secretos.”

“Sí,” coincidió Jenny, mirando el amuleto que habían conseguido. “Esto es lo que la figura estaba tratando de proteger. Puede ser crucial para entender lo que están planeando.”

Darki, con una expresión grave, miró a sus amigos. “Estamos en esto juntos, y no podemos permitir que el miedo nos detenga. Lo que está en juego es demasiado importante.”

Con el amuleto en mano y la sensación de urgencia en el aire, el grupo se preparó para enfrentar el próximo desafío. Sabían que estaban cada vez más cerca de descubrir la verdad, pero también entendían que el peligro estaba aumentando. La amenaza de la sociedad secreta se hacía cada vez más real, y su determinación se fortalecía con cada obstáculo que enfrentaban.

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