Apocalype - Hermione Granger

03

Hermione se levantó por el sonido de la puerta del baño de su habitación. De ella había salido Ginny con el uniforme ya puesto, lo cual le pareció raro, pues Ginny siempre se despertaba más tarde que ella, por lo que significaba que iba tarde.

Hermione se sentó rápidamente en su cama y vio el reloj en su mesa de noche que marcaba las 9. Se tranquilizó un poco al ver que no iba tan tarde y se levantó para ponerse el uniforme. Mientras se vestía, su mente ya estaba haciendo una lista mental de las cosas que tenía que hacer durante el día: clases, estudios, y ahora, la inesperada fiesta que Fred y George estaban planeando.

Hermione se dirigió al Gran Comedor, donde el olor a tostadas recién hechas y café llenaba el aire. Al entrar, vio a Harry, Ron y los gemelos hablando animadamente. Se sentó entre Harry y Ron, que estaban muy inmersos en su conversación.

—¿De qué hablan, chicos? —preguntó Hermione con una sonrisa amable, sintiendo una ligera curiosidad por la expresión emocionada de sus amigos.

—De la fiesta que harán Fred y George —respondió Ron, con emoción.

—¿Fiesta? ¿Harán una fiesta? —Hermione arqueó una ceja, sorprendida.

—Bueno, sí. Es una gran idea, sería su primera fiesta en sus vidas, ¿no es así? —dijo Fred, lanzando una mirada de complicidad a su gemelo.

—¿Habrá alcohol? —preguntó Hermione preocupada. Nunca en su vida había probado una gota de alcohol y la idea la ponía nerviosa.

—Eso es lo de menos. Nosotros a su edad ya habíamos tenido nuestra primera borrachera —continuó George con una sonrisa traviesa.

—Bueno, no lo sé... Dudo que sea buena idea, chicos —Hermione frunció el ceño, recordando las estrictas reglas de Hogwarts y lo que pasaría al romperlas.

—Vamos, Hermione. Será divertido. Tú siempre dices que para todo hay una primera vez, ¿no? —dijo Ron en un intento de convencer a Hermione.

—Yo creo que será buena idea —agregó Harry. Hermione le dio una mala mirada—. Hermione, a las únicas fiestas que asistimos son las de la escuela. Será lo mismo que el baile de Navidad, solo que con alcohol, sin decoración navideña y sin la supervisión de los profesores.

Hermione suspiró, pensando en lo monótono que había sido su último año. —Tal vez. Lo pensaré —dijo no tan convencida, pero aun así le agradaba la idea de algo nuevo.

Así estuvieron todo el desayuno, hablando de la dichosa fiesta que iban a hacer en la sala común de Gryffindor. Según los gemelos, iban a invitar a todas las casas, iba a ser una buena fiesta, porque según ellos, “si van a tener una primera fiesta, tiene que ser algo memorable, no un fracaso de fiesta”. Hermione pensaba en todos los problemas que podrían surgir, pero una parte de ella estaba emocionada por probar algo nuevo.

Las fiestas que normalmente ellos hacían o asistían eran de quinto año en adelante, por lo que todos los de quinto año estaban en su derecho de asistir a su primera fiesta. La emoción en el aire era palpable, y aunque Hermione seguía teniendo reservas, no podía evitar sentirse contagiada por el entusiasmo de sus amigos.

“¿Qué podría salir mal?” pensaba Hermione. A las únicas fiestas a las que iba eran las de la escuela, tal vez sea bueno hacer otra cosa que quedarse leyendo.

Por otro lado, Emaline no asistió al desayuno. Decidió quedarse en cama sin moverse, mientras se preguntaba a sí misma si debía asistir a clases. Los últimos días habían sido difíciles, y sentía una gran presión sobre sus hombros.

“Estoy cansada como para ir y soportar la mirada de esos imbéciles que creen que soy una mentirosa” se decía a sí misma mientras miraba su habitación algo desordenada. No tenía energías para enfrentarse a sus compañeros ni a los profesores.