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Kallias es un chico de pelo color azabache, acompañándolo con sus ojos color grises, y su cuerpo robusto. Su nombre completo era Kallias Raine. El estaba con su amiga, quien se llamaba Coral.

-¡Oye, acaso seguirás luchando con esos monstruos! Tú sabes que es inutil...- Decía coral un poco molesta.

Kallias se quedó en silencio, y miro fijamente a Coral.

-¿Por qué mejor no cierras la boca? tú sabes perfectamente que con los monstruos podemos ganar dinero. Con el sistema que tenemos, podemos comprar cosas en la tienda.- Dice Kallias, intentando explicarle lo básico a Coral.

-Tsk.- Coral se gira molesta, y se va del lugar. Dejando a Kallias solo.

Kallias se encontraba en una cueva, que estaba repleta de bichos raros. Por lo cual podía ganar más dinero. Eso hacía que pudiera comprar objetos realmente caros, y de gran valor en la tienda.

El sistema del país, quién era un país en donde ocurría demasiadas peleas, y recurrían demasiado a la violencia, no era tan bueno. Por lo cual, las personas de alto rango, quienes aparecieron de la nada, decidieron dar unas habilidades especiales a cada uno de los ciudadanos.

Ahora bien, el sistema, y de lo que se trata de la tienda, tiene varias cosas útiles. Como los eventos, en donde la gente se reúne en cierto punto, y de lo que se trate el evento, será mucho más mayor el dinero. Al igual que tan peligroso sea. Incluso en algún momento, podrías aparecer en el sistema, pidiendo que te maten. Eso hace que el dinero sea una cantidad muy grande, y que todas las personas se vuelvan realmente locas.

Ahora mismo, nos encontramos con Coral. Explicando un poco quién es ella. Ella es una chica de ojo rosas, y el pelo color Ruby. Ella a veces se comportaba bien. Pero la mayoría de veces se molesta por todo. Es amiga de Kallias, quienes se conocieron de casualidad. Quienes se conocieron en la ciudad C, donde Kallias intentaba salvar a Coral.

-Mierda, siempre me arruina el día Kallias. Si tan solo me mataran de casualidad, sería genial- Coral hablaba en alto. Haciendo que la persona quien estaba al lado suyo llamada Ayesha, se negará rotundamente a eso.

-¡Coral! ¿Podrías dejar de decir esas cosas?- Dice ayesha realmente preocupada.

-Si lo dices tú, Ayesha. Entonces dejaré de decir eso- Sonríe Coral, sabiendo perfectamente que es mentira.

Ayesha miraba fijamente a Coral. Ella realmente le preocupaba.

-Coral... tú realmente me preocupas.. ¿Por qué no lo entiendes?- Decía Ayesha, con un tono lleno de preocupación.

Coral se quedaba mirando fijamente a Ayesha, realmente sin saber cómo responderle.

-Yo... Yo se que te preocupo, y realmente lo agradezco- Sonríe Coral, para luego ver cómo sale una ventana del sistema. Era un nuevo evento, está vez, se trataba de algo realmente simple. Era destruir una granja humana. En donde obligaban a humanos de rango bajo, a conseguir dinero.

Lo que aparecía en el sistema y la oferta, realmente era buena. Coral y Ayesha se vieron las dos, y rápidamente se dirigieron al lugar de donde se encontraba la granja de humanos.

-Aye, ¿quieres que lleve en mi brazos para ir rápidamente hacia la granja?- La mira fijamente.

-No, realmente no hace falta- Dijo Ayesha, pero ella ya se encontraba en los brazos de Coral.

Ayesha iba a protestar, pero al final le pareció inútil la idea, y de dejo llevar por coral.

Unos minutos después, se encontraban en la granja. Viendo que ha estaba destruida, y que había mucha gente reunida. Coral confundida, se acerca hacia los demás, viendo cómo habia una chica en medio, con una espada llena de sangre, y cadáveres al rededor de ella.

-¿Como..?- Dijo coral en voz alta.

La chica se giro, y dirigió la mirada hacia coral y Ayesha. Quienes estás dos cruzaron mirada con ella.

La chica no era tan alta, pero tampoco tan baja. Era flaca, pero se notaba que era fuerte. Tenía el pelo color blanco, y sus ojos eran negros. No resaltaba nada en especial en ella.

La chica se sentía un poco abrumada por la gente que estaba alrededor suyo, pero también estaba contenta de que la gente estuviera celebrando. Ella se sentía amada.

-Oye coral, ¿no crees que esa chica este incomoda?- Mira fijamente a Coral.

-¿Y crees que es mi problema? Realmente no estoy interesada ni nada- Coral deja con cuidado a Ayesha.

-Bueno, yo me acercaré a ella. Se ve que es una buena persona- Sonrie Ayesha, para luego meterse entre la multitud, agarrar repentinamente del brazo a la chica, y llevarla con Coral.

-¿A-Ah?- Decía la chica confundida. -¿Quién eres? ¿Y por qué me estás llevando?- La chica intentó soltarse del agarre de Ayesha, pero ella no lo permitía.

-Solo te vi incómoda, entonces quise llevarte un poco lejos...- Ayesha dijo, intentando hacer que la chica confiase en ella.

-Yo realmente no puedo confiar en cualquier persona...- Pensó la chica. Ella ya sabía que en cualquier momento podría ser un enemigo.

-Mi nombre es Ayesha, ¿y el tuyo?- Dijo Ayesha con una sonrisa.

-...- La chica se quedó callada, pero finalmente responde. -Cosette...- Dijo murmurando.

-Tienes un lindo nombre, al igual que tú lindo color de pelo- Dijo Ayesha sin vergüenza.

-...- Cosette se quedó callada. Era la primera vez que le decían eso. Por lo cual se puso realmente tímida. -Gracias...- Dijo Cosette sonriendo.

Coral miraba fijamente a Cosette con un poco de odio. No le agradaba del todo.

-¿Podemos irnos ya? No quiero estar con ella- Susurro al oido de Ayesha. -Vamos a dejarla aquí-

Ayesha se quedó en silencio, y luego negó rotundamente a lo que dijo Coral.

-No.- Dijo Ayesha.

-¿En serio irás con una chica que recién conoces?- Dijo coral un poco molesta.

-Vamos a ser simplemente amigas, ¿vale?- Suspiro Ayesha.

Coral se quedó callada, pero luego asintió y se fue.

Cosette estaba confundida.

-¿A donde se fue tu amiga?- Dijo Cosette.

-Seguramente se fue con Kallias- Suspiro Ayesha.

-¿Kallias? ¿No es ese famoso que todo el mundo conoce?- Dice Cosette con un brillo en los ojos. -¡Se dice que es muy fuerte! ¡Más fuerte que todos nosotros!- Sonríe Cosette.

-Si.. si es el- Dice ayesha. -¿Tan famoso es el?- Piensa Ayesha. -Realmente nunca entendí cómo es que se hizo famoso- susurra Ayesha.

...

Regresión número: 1157Donde viven las historias. Descúbrelo ahora