Capitulo 29

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Vladimir

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Vladimir

Observo a Emily con el rostro descompuesto mientras observa algo en su laptop.

Los ojos se le llenan de lágrimas mientras balbucea algo que no alcanzo a oír, frunzo el ceño y me acerco.

Mientras corto los pasos puedo oír sonidos encharcados y mi corazón raramente se acelera.

Al ver la imagen mis pies quedan plantados como concreto, mi corazón martillea en mi caja torácica queriendo salir.

Me niego a creer que lo que estoy viendo es real, puede ser un maldito juego de Antoni para engañar a mi padre pero cuando veo su rostro lagrimeando se que es real.

Emily sale de la habitación haciendo arcadas mientras veo lágrimas correr por sus mejillas, mis pies se niegan a reaccionar y mis ojos no dejan de ver la imagen que se me clava en el pecho; tomo una bocana de aire tratando de calmar el temblor que no sabía que tenía en las manos.

Con las manos temblorosas cierro la laptop, cierro los ojos tratando de borrar lo que acabo de ver pero mi cerebro me repite la imagen una y otra vez.

La jodieron.

Me repito una y otra vez.

La dañaron y no pude evitarlo.

Trago el nudo que tengo en mi garganta, si el video llego a nuestra red significa que su destino era llegar a los ojos de mi padre.

Con el corazón en un hilo me preparo para sacarla de ahí.

Mientras me encamino hasta el sótano la ira me llena las venas, tomo el móvil y pienso si debería llamarlo de una buena vez; pero niego volviéndolo a su lugar.

Tomo una mochila para llenarla de lo que necesitare.

Tomo una bocana de aire tratando de alejar todas las emociones que me llegan una tras otra.

Subo con la mochila en el hombro y me detengo cuando observo a Emily en medio de la habitación; su cuerpo tiembla como una gelatina y tiene los ojos rojos.

- Mátalo. - murmura con voz entrecortada

La observo sin decir nada, sigo mi camino hasta la salida.

Lanzo la mochila al cojín de atrás y enciendo el motor con el enojo a flor de piel.





















































Christopher


La brisa fresca es lo primero que me recibe cuando dejo el salon donde estaban los demás.

Mi corazón bombea sin parar y un dolor en el pecho me corta la respiración.

La violó.

Me tomo la cabeza entre las manos tratando de calmar mi enojo.

Sed de Venganza | Christopher Morgan [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora