Volver a ver tus Ojos | Ittorou

Prólogo

3:00PM

Itto se preparaba en su habitación, esa tarde tenía pensado en ir y retar a un duelo a Kujou Sara, obviamente no iría solo, iría con su fiel banda, la Banda de Arataki en caso de que algún inconveniente se presentara, además, quería que sus amigos presenciaran su victoria frente a la general, no había invitado a Gorou por cuestiones de enemistad entre Kujou Sara y el canino, no es que a el le agradara la Alfa, pero si podía decir que tenía una mejor relación que la que tenía Gorou con ella.

Después de los acontecimientos de la viajera en Tenshukaku las cosas entre la isla Narukami y la isla Watatsumi se calmaron, sin embargo Gorou no terminaba de confiar en la general Alfa, quería darle el beneficio de la duda, si, pero era muy difícil para él, después de todo no es como que no estuviera luchando contra ella desde que entró a la resistencia.

De igual manera, Gorou ya no tenía problemas para ir a la isla Narukami así que podía ver a su novio y Alfa sin limitaciones o problemas de por medio, porque sí, empezó una relación amorosa con el Oni un tiempo después de que el anteriormente mencionado se enterara que La Sacerdotista Yae Miko le pedía que se disfrazara de Miss Hina. Tenían alrededor de casi dos años estando juntos como pareja, esto incluyendo el tiempo que se tardo el extraño cortejo que el Oni le hizo.

Cuando conoció al Oni Gorou apenas tenía 19 años, Itto tenía 21 y sin embargo Gorou tenía un actuar más maduro que el más alto, cosa que agradecía Shinobu, una beta y la mejor amiga del mayor, estaba segura de que no sería capaz de aguantarse a otro tonto en la Banda, la llegada de Gorou parecía algún tipo de bendición de los Arcontes pues desde que lo conocía sólo veía como el jefe, Itto, era más obediente, claro, aún podia llegar a ser un poco testarudo y si, todavía tenía el mismo sentido del humor que daban ganas de estamparce contra el piso.

Cuando se enteró del noviazgo de el Alfa y el Omega sintió el mayor alivio del mundo, por fin no sería solo ella quien se encargara de que el jefe no se metiera en problemas.

Gorou no podía ser más feliz, tenía a su Alfa, tenía su marca y, aunque Itto no sabía, tenía al primer cachorro del Oni dentro de si...

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Se dirigía la Banda de Arataki hacia el lugar donde tenían pensado confrontar a Kujou Sara, charlaban, hacían chistes,
se reían, etc, una cosa llevó a la otra y se distrajeron incluso la intuitiva Kuki se había perdido un poco. Decidieron entonces buscar a alguien para que les guiara a donde se suponía e iban a luchar, se encontraron a un hombre Alfa de no más de cincuenta años, decidió acercarse Itto esta vez para conseguir instrucciones de dónde ir para llegar a tiempo, el hombre se ofreció a llevarlos y Kuki lo empezó a analizar con un mal presentimiento, sugirió buscar a otro guía pero Itto se le adelantó y aceptó gustoso.

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Llegaron a un lugar un tanto desolado, Kuki tenía un mal presentimiento y aunque el resto de chicos lo tenían también no decían nada para no herir el orgullo de su jefe al decirle que se equivoco de guía...

- Jefe, a mi no me parece buena idea seguir por este camino- se aventuró a decir finalmente uno de los chicos. Era cierto, habían llegado a un lugar muy alejado, no había rastro de que alguna vez alguien quisiese vivir allí y lo más extraño era aquel lúgubre silencio de la zona. Itto no lo quería aceptar pero al igual que el resto del grupo tenía el presentimiento de que algo iba a salir muy mal.

- ¡Qué cosas dices! No hay nada de que preocuparse, estoy seguro de que en un rato habremos llegado y en menos de lo que piensas ya estaremos celebrando nuestra victoria contra Sara.- expresó el Oni con una amplia sonrisa, escondiendo su clara preocupación de hacia donde se dirigían.