Capitulo -002-

9 0 0
                                    


El caballero se quedó en el pasillo fuera de la habitación del hijo del Barón, aun tratando de procesar la escena que acababa de presenciar. Por un momento creyó necesario informar al Lord Arcus, pero este acto fue remplazado y decidió caminar por el largo pasillo hasta llegar a su habitación.

Cerro la puerta tras de sí, y procedió a quitarse sus vestimentas, su abrigo, lo colgó en el respaldo de una silla que estaba en frente de un escritorio de madera, le siguieron el cinturón de cuero, junto con la funda de su espada. Dejándolas reposar al lado de dicho escritorio. Tenía varios libros, principalmente de poesía. Junto a ellos, un pequeño cuchillo con restos de papel, evidencia de una carta de amor abierta, la carta, ya leída, yacía sobre el escritorio. Recordó brevemente el momento en que la doncella se la había entregado. Eso le alegro un poco el ánimo,

"Que podía decir, beneficios de tener una cara atractiva"

Le permitía tener una carta de confesión de cada dama del feudo.

El caballero echo un vistazo a la carta por última vez, para quitarse las botas y dejarlas al lado en donde reposaba su espada.

Se dirigió al armario, quitándose la camisa formal y sacando una camisa de mangas largas y un pantalón. Mientras se cambiaba veía la cama con el ceño fruncido y como un claro desafío la idea de dormir estaba muy lejos de volverse realidad.

La camisa bajo por su abdomen y se estiro las mangas hasta las muñecas de sus manos, termino con subirse el pantalón. Soltando un suspiro de alivio al estar cómodo.

Tomo un libro del escritorio para dejarse caer en su cama con las ventanas abiertas no necesitaba una vela para ver las letras, la noche fría y clara era perfecta para leer, la soledad le daba un espacio cómodo. Pero no era lo que quiera, tenía que esperar un lago rato para que el cansancio lo agotara y en medio de los ruidos de la noche el callera desmayado agotado por el cansancio de estar en vela.

Los latidos de su corazón, su propia respiración, el sonido que producían las cigarras, los grillos y cualquier animal que estuviese cerca de los terrenos, el sonido el viento mover las hojas de los arboles cercanos, el golpeteo de una de las ventanas, el ruido de la leña crujir bajo en la chimenea y consumirse bajo las brasas del fuego. A veces podía escuchar los pasos claramente de algún sirviente o criada buscado agua en la cocina.

Era un suplicio tratar de leer como dormir, intento muchas opciones, probó varios remedios, usos diferentes técnicas de continente lejanos a Lauracia, pero nada. Nada logro ayudarlo a conciliar con el sueño todo eran fracasos. Desde la terapia de cognición del sueño, hasta ejercicios de e incluso medicina oriental. Cualquier método que se te ocurra ya lo había probado así de desesperado estaba por lo lograr cerrar los ojos y el descanso lo arrastrara. Pero por ahora solo podía leer y leer, hasta que el cansancio con sumiera y el libro se le cayera de sus manos al piso de madera, por caer rendido gracias a un desmayo producto este método, pero no servía sus oídos eran tan agudos que cualquier ruido le atravesaba que lograra escuchar lo volvía otra vez en sí y repetía otra vez el ciclo. A veces solo fingía dormir para darme una falsa idea de dormir.

Su vista se fue de las letras del libro para ver a lo lejos un mar de árboles muy lejos de los terrenos de la baronía, muy lejos de los campos de cultivo, casi cerca de aquella mina de carbón que el predecesor de su señor no logro hacer funcionar. Aun recordaba la escena busco por todo el feudo al bastardo de Frontera para hallarlo tirado bajo el tronco de un árbol en medio de la oscuridad de la noche abrazando su pecho. Para luego ser sorprendido más aun por las acciones que había cometido en tan solo horas.

En todos sus años de conocer y servir a Lloyd, nunca lo había visto comportarse de esa manera, depositando monedas en una fuente seca y murmurando en silencio. Se preguntaba a quién iba dirigida esa plegaria, quizás a él, quizás a nadie realmente, cuando el bastardo estaba borracho no había cosa lógica que hiciera teniendo cinco dedos de frente.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 22 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El Precio De La Reencarnación - The Greatest Estate DeveloperWhere stories live. Discover now