Vinculación

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— Pueblo de Crawford aplaudid a los siguientes concursantes que ingresarán a Darklight Academy. Ellos ingresarán por parte de nuestro pueblo. Será un año de muchas pruebas y de poner en alto a nuestro reino. El rey Athos tiene algo que comunicarles, favor de poner absoluta atención.

El rey Athos bajó del balcón como todo un monarca, la vista al frente, su mandíbula prensada y sus ojos tan peligros. Cuando llegó el sirviente real le proporcionó el micrófono para que fuera escuchado por todos.

—Nuestro reino es de los pocos que aún conserva las viejas costumbres. Es un honor para mí enviar nuevamente a los dos príncipes en representación de nuestro reino —el los observó detenidamente y ambos solo contuvieron su mirada en el horizonte, sin inmutarse hacia el. Ambos príncipes con sus mandíbulas tensas y con cierta incomodidad palpable.
—Y sin olvidar que también nos representarán estos tres jovenes —inspiró profundamente y después liberó un suspiro tan desagradable. —podrán a prueba su valor y quizás alguno de ellas traigan gloria a casa. —liberó de manera poco fiable.
Este año Darklight Academy tendrá el mismo concurso que hace tres años, solo que en esta ocasión concursarán los becados de todos los reinos y podrán esmerarse en encontrar un ganador del Gran Premio del título...

Pero además, por primera ocasión podrán ganarse el favor de los trece. —el público quedó atónico. Sabían a qué se referían con ganarse el favor de los trece reyes. Cada rey tenía ciertas habilidades que fueron otorgadas por la directora de Darklight Academy.

Agustina Drymar.

La última wika de la historia. Los reyes tenían habilidades debido a ella se las otorgó a su antepasados y podían heredar sus habilidades a sus descendencias reales, por lo regular se heredaba la misma habilidad que el padre, pero en algunos casos podrían desarrollar otras habilidades momentáneas. Por eso los príncipes tenían que asistir a Darklight Academy para controlar sus habilidades y descubrir la que predominaba. Ellos ya habían estado hace tres años. Pero solo habían tomado clases con los otros príncipes. Nunca con los tres concursantes de la primera generación.

Pero este año el favor de los trece reyes incluía la vinculación y eso era lo más tentador.
La vinculación era un proceso en el cuál los trece reyes otorgaban una parte de su habilidad   y por medio de este proceso momentáneo se brindaba una habilidad permanente a cualquier persona merecedora. La habilidad que más predominará en la vinculación, era la que sería otorgada. Siempre se hablaba de este rito. Por lo regular sucedía con personas más próximas al reino, bajo un pedimento. A la directora Agustina Drymar.
Los duques eran los principales que solicitaban.

Este sería el primer año en que sería otorgado a un plebeyo. Eso era lo que más conmoción reflejaba. El público estaba demasiado eufórico. No podían creer que esto fuera cierto. Sonaba demasiado bueno, para tratarse de algo real.
Solo había una forma de averiguarlo...

El rey Athos era conocido por su habilidad de la fuerza, que se la otorgaba por medio del mar. Por eso tenía comandos de la fuerza marítima, pero además podía controlar el mar o mejor dicho el agua. Era implacable con sus enemigos. Si él quisiera podría levantar un navío con sus propios dedos o podría formar un maremoto en cuestión de segundos. Pero en los ambos príncipes aún no se murmuraba ninguna habilidad perdurable.
De hecho nadie conocía como eran físicamente hasta este momento.

Y vaya sorpresa que nos hemos llevado. Incluyéndome.

—¡ Viva el rey Athos de Crawford! ¡Larga vida mi rey! —gritaba y se arrodillaba todo el pueblo.

DARKLIGHT ACADEMY LIBRO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora