00 "¿Hᴏᴍʙʀᴇ ᴏ Mᴜᴊᴇʀ?"

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El sol de la mañana proyectaba rayos dorados a través de los cristales empañados de la tienda de herbolaria en Endimburg, creando un patrón de luz cálida sobre el suelo de madera envejecida. El aire estaba impregnado con el aroma de hierbas secas y raíces curativas, una fragancia que transmitía tanto confort como profesionalismo. Nasiens, el propietario de la tienda, estaba inmerso en su rutina diaria, organizando frascos de remedios y ajustando las etiquetas con una precisión casi ritual.

Con su atuendo austero de camisa de lino y pantalones oscuros, Nasiens era una figura enigmática para los habitantes del pueblo. Aunque su apariencia podría llevar a confusiones, era su actitud reservada la que, en gran medida, mantenía el misterio en torno a su verdadera identidad. A pesar de las frecuentes insinuaciones y preguntas incómodas de los clientes, Nasiens prefería mantener su estilo y manera de ser sin cambios.

Aquel día, mientras ajustaba un frasco de bálsamo en el estante, la campanita de la puerta tintineó anunciando la llegada de un nuevo cliente. Percival, un hombre robusto y de rostro amigable, entró en la tienda con una expresión de curiosidad genuina. Sus ojos morados exploraron el espacio con interés, deteniéndose en los frascos coloridos y en los estantes repletos de ingredientes.

—Buenos días —saludó Percival con una sonrisa cálida—. He oído hablar muy bien de tu tienda. Estoy buscando algo para aliviar el cansancio acumulado de mis recientes esfuerzos.

Nasiens levantó la vista de sus frascos y se encontró con la mirada franca de Percival. Aunque estaba acostumbrado a las miradas curiosas y los comentarios susurrantes sobre su apariencia, esta vez sintió una extraña mezcla de sorpresa y calma. Percival no parecía dispuesto a juzgarlo, sino a obtener ayuda de forma directa y sincera.

—Claro, tengo varias mezclas que podrían ser útiles —respondió Nasiens con una voz serena—. ¿Qué tipo de cansancio experimentas?

Mientras Nasiens preparaba la mezcla adecuada, Percival se acercó al mostrador, observando a Nasiens con atención. Había algo en la forma en que el herbolario se movía y en la calma que emanaba que capturaba su interés, pero Percival aún estaba tratando de descifrar la compleja figura frente a él.

—Trabajo en la carpintería —explicó Percival—. La mudanza a Endimburg ha sido un cambio considerable, y el esfuerzo físico ha sido más agotador de lo que esperaba. Busco algo que me ayude a recuperarme más rápidamente.

Nasiens comenzó a preparar una mezcla de hierbas con habilidad, moviéndose con una precisión que hablaba de años de experiencia. Percival no podía evitar admirar la forma en que Nasiens manejaba los ingredientes, una danza silenciosa de competencia y conocimiento.

—Entiendo —dijo Nasiens mientras entregaba el paquete de hierbas—. Espero que esto te brinde el alivio que necesitas. Si tienes alguna otra pregunta o necesitas más ayuda, no dudes en regresar.

Percival tomó el paquete, notando la forma en que Nasiens evitaba la mirada directa y cómo sus movimientos reflejaban una actitud reservada. La interacción fue breve pero significativa, dejando a Percival con una sensación de intriga y aprecio.

—Gracias. Estoy seguro de que esto será de gran ayuda —dijo Percival, con una sonrisa—. Aprecio mucho tu tiempo.

Mientras Percival se dirigía a la puerta para salir, echó una última mirada hacia Nasiens. Había algo en la figura del herbolario que le resultaba familiar y misterioso a la vez. A pesar de que Percival había supuesto que Nasiens era un hombre debido a su apariencia y actitud, había una sensación de ambigüedad que no podía ignorar.

Cuando la puerta se cerró tras Percival, Nasiens se quedó solo en la tienda, sumido en sus pensamientos. El encuentro había sido diferente a otros, y la naturalidad con la que Percival había interactuado con él había dejado una impresión duradera.

¿Hᴏᴍʙʀᴇ ᴏ Mᴜᴊᴇʀ? - ᴾᵉʳˢⁱᵉⁿˢ/ᶜᵃⁿᶜᵉˡᵃᵈᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora