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No debía, pero en verdad quería saber qué diablos estaba pasando con él en estos precisos momentos, cuando salió de la oficina solo podía, no, bueno, desde que lo conoció se quedó tan prendado de sus ojos y más que nada de su belleza y eso era raro, era viudo, ya no casado

Para su rareza era que no podía ni quería dejar de pensar en esas cosas, era algo tan mágico y cálido que sentía que cuando lo vio se perdió por completo se llamó loco perdido en total

Se la pasó tantas noches esperando a que pasara esa «cosa» que sus pensamientos empezaron a desear, primero se prendó de su belleza, después de las locas cosas que decía y hacía, empezó a buscar por todos lados en la casa, mirando sus labios se vio deseando los labios ajenos

Y cuando pensó que no podía ser más loco se encontró acosando como un loco en este tiempo que lleva en esa casa, no pueden irse porque el testamento de Akiko no salía todavía, Akiko, dios qué pensaría ella si lo viera en esas, acosando y deseando a su primo

Cuando aquella vez estuvieron más cerca de lo normal, creía que ese fue el detonante para todo, esta chispa que traía dentro, cada día era mucho más que interesante era pasar a lo loco, obsesivo, y malditamente quería matar si pensaba en alguien con él

Después de ello, pasó todo, una noche que llego tarde de su empresa porque a pesar de todo él también tenía su herencia y eso le debía a su padre, pero no eso es otra cosa, estaba por entrar por la puerta de atrás cuando vio a Jimin nadando a esas horas, pero eso no era todo

Estaba como dios lo trajo al mundo sin pudor alguno, se escondió entre los cestos de arbolitos que había por ahí, su mirada viéndolo fijo mientras las luces de la piscina dejaba ver ese cuerpo tan esbelto que sus ojos jamás habían visto, se vio cubrir cada parte de este

La mirada tan jodida que le dio parecía de un acosador, pero sí era consciente de este paso eso era algo que se produjo de así como así, era algo que no podía controlar, mirarlo, seguirlo, acorralo de cualquier manera, pero sí se daba miedo hasta él mismo

Jimin salió y dejo ver esas curvas que con gesto maldito estaba deseando probar con todo lo bueno o malo que eso se viera o produjera, nada podía alejarlo de ese objetivo, Jimin se le convirtió en algo malo y ahora el no verlo todos los días le hacía tanto daño

Solo entendía que esté mismo también se le convirtió en algo malo para su objetivo, siendo algo malo para la madre de este, no iba a dejarlo porque era su arma más afilada para la justa batalla, porque si iba a ver batalla y de la mala, con esta mujer era de esperar 

 — Buenos días, Jungkook _ Jimin entraba por esa puerta y todo empezaba a brillar, sin importar quién estuviera ahí con él 

 — ¡Jimin!, buenas, ¿cómo amaneciste? _ Le pregunto 

 — Muy bien, dormí como niño, creo que ese té de la nana me dejó fulminado _ Jungkook le miró y se rio ante aquellas palabras 

 — ¿Ya estás de buenas con la nana? _ Lo miro y juro ver el maldito océano en aquello, ojos tan magníficos, lo raro, en su padre también podía ver ese efecto en esos ojos azules como tal mar 

 — Ya va, debo llevarme una linda imagen antes de irme para siempre de aquí _ Eso lo distrajo que dejó caer su taza de café, cuando Jimin pensaba irse, eso no podía pasar, por nada, debía pensar en algo antes de que este se fuera de por vida

 — Eso es algo bueno, ¡ah!, se me olvidaba, llegó ayer en la tarde _ Le entregó un sobre _ Ayer llegaste tarde y bueno, no te lo entregue, dice para ¿Jimin de Walton? _ Este se puso tan amargo en todo su cuerpo, su cara estaba muy pálida y tan mal a la vez 

CUNA DE LOBOS <<KOOKMIN>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora