¿Te gustan los clichés?
Pablo gavi y Pedri González. Omega y Alfa. Un académico al que le encantan las clases de matemáticas y el capitán del equipo de fútbol al que le encantan las fiestas. Los dos estudian en un internado y son compañeros de cuart...
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En el dia siguiente.
Pedri estaba más preocupado que de costumbre.
Al alfa nunca le importó sacar buenas notas ni estudiar, lo importante era estar en una buena escuela para complacer a su madre. Aparte de eso, lo único que importaba eran las fiestas, el sexo y el fútbol. Y cuando una de estas cosas fue amenazada el hizo todo lo posible e imposible para solucionar el problema. Y éste fue el gran dilema.
Realmente no entendía cómo funcionaba el francés. En su opinión, parecía el lenguaje más difícil de todos. Lamentaba amargamente no haber elegido el español, pero había descubierto que el francés era miles de veces más sensual. Ahora su cabeza explotaba con pensamientos dando vueltas para descubrir qué haría. ¿Sería suficiente prestar más atención en clase para obtener una buena nota? La cuestión era que no podía arriesgarse, ésta era su única oportunidad y no podía arruinarla.
Mientras caminaba por el pasillo de la escuela, hacia la maldita clase de francés, vio a Gavi revisando su casillero, tranquilamente y todavía rápidamente hojeando algunos libros de literatura. Por supuesto, González no podía dejar pasar la oportunidad.
-Vaya, ¿no se está preparando el pequeño nerd para la clase de francés? - Fingió mirar un reloj en su muñeca. - Esto debe ser el apocalipsis o algo así. - sonrió al ver a Pablo poner los ojos en blanco.
-Bueno, me encantaría decirte que no es asunto tuyo, pero realmente quiero restregartelo en esa cara de rana tuya. - se burló Gavi, volviéndose hacia el más alto y cruzándose de brazos. - Mi francés es muy avanzado. Entonces mi querida maestra Claire me lo dio y no necesitaré tomar clases de tercer año. - guiñó un ojo.
- Pablo, eres - y cuando Pedri estuvo a punto de llamarle patético, como siempre hace, se dio cuenta de lo que estaba pasando y se le cayó el centavo. -... Hablas francés con fluidez?-
- Podemos llamarlo así. - sonrió con superioridad, volviendo a revisar su armario.
-Dios mío.- exasperó Pedri. Bien, ¿sería esto lo más humillante que haya hecho en toda su vida? ¿Valdrá la pena? Claro. Es esto o pierdes tu lugar en el equipo. - Pablo.. Escúchame...- tragó, juntando las palmas de las manos y acercándose. - Esto es muy... Muy, muy, muy importante - Gavi lo miro de arriba a abajo, desconfiado y con una mueca.
- no me importa nada de lo que tengas que de-
-Lo digo en serio. ¡Necesitas ayudarme! - Dijo Pedri y Gavi se limitó a soltar una breve carcajada, como 'ja'. - ¡Necesito mucha ayuda en francés, sino me sacarán del equipo!
- Bueno, espero que te gusten las gradas. - Gavi se rió irónicamente, concentrándose en ordenar los libros en su casillero.
- ¡Por el amor de Dios, haré cualquier cosa, cualquier cosa! - dijo desesperadamente. En un puro acto de provocación, Gavi simplemente lo ignoró, tarareando con una suave sonrisa en su rostro y moviendo delicadamente sus libros, como si fueran pétalos de flores.
