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Era la una de la mañana, Jimin ya se había separado de Eunwoo luego de una sesión de besos, caricias y más, ahora buscaba a Tae, lo encontró conversando alegremente mientras abrazaba a Hobi y este a él.

—Tae... _dijo cuando se acercó_ Hola Hobi.

—Hola Jimini _saludó contento_

—¿Ya nos vamos? _preguntó Tae haciendo un puchero_

—Sí, pero vamos, pueden verse luego.

Tae y Hobi se miraron, sonrieron apenados pero asintieron de acuerdo, Tae le dio un rápido beso a Hobi en la mejilla y jaló a Jinin rápidamente hasta la salida mientras se despedía con la mano del mayor.

Cuando llegaron a su casa, la luz de la sala estaba prendida, Jungkook siempre les dejaba una luz para cuando llegarán a casa.

Entraron en silencio, Tae tarareaba bajo por lo feliz que estaba de haber estado con Hobi, Jimin sonreía con diversión mirando a su hermano, ya más tarde le pediría detalles.

La habitación de Tae estaba primero, sonrió despidiéndose de su hermano y deseándole buenas noches, entró a su cuarto cerrando la puerta.
Jimin siguió el camino por el pasillo pasando por el cuatuo de sus padres hasta llegar al suyo.

Lo que no esperaba, era escuchar ciertos ruidos del baño que estaba al final del pasillo, curioso pasó de largo su cuarto para acercarse a la puerta del baño, pegando su oreja a ella.

Varios gemidos provenían de adentro, Jimin reconocía la voz de su padre,  mordió sus labios y con cuidado tentó su suerte y abrió un poco la puerta.

Tenía la imagen perfecta de su padre sentado en la taza del baño mientras se daba placer.

Jimin no pudo evitar volver a sentirse exitado, llevó su mano libre al interior de su pantalón y empezó a acariciar su miembro mientras mordía sus labios tratando de no soltar cualquier ruido que lo delatara.

Escuchar a su padre gemir y jadear era un deleite para sus oídos, después de todo, conforme fue creciendo había generado atracción por Jeon Jungkook, sí, era su padre, pero eso no le impedia en más de una ocasión fantasear con él.

Empezó a acelerar su movimiento, iba al mismo ritmo que el mayor, levantó su camisa con su mano libre y la llevó hasta su boca mordiendola, su mano libre comenzó a acariciar sus pezones invadiendose de más placer.
Sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, estaba por correrse, necesitaba correrse.

Miró de nuevo a su padre y cuando lo vio hacer su cabeza hacia atrás, supo que estaba por terminar y como si estuvieran sincronizados, ambos se corrieron al mismo tiempo.

Un delicioso orgasmo sincronizado.

Jimin tapó su boca mientras descargaba toda su esencia manchando su ropa, Jungkook se corría batiendo el suelo y parte de la pared que estaba frente a él. Ambos trataron de recuperar su respiración.

Forbidden LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora