A las cuatro de la tarde Eunseok llegó a su casa. Saludó a Charlie, corriendo por las escaleras para cambiarse de ropa y poder sacarlo a pasear.
Charlie era muy exigente con los horarios.
─Vamos, pequeño─Dijo el chico, terminando de ajustarle la correa sobre el cuello y abriendo la puerta de la entrada de su casa.
Charlie ladró emocionado, disfrutando del aire fresco que las calles de Seúl le proporcionaban.
Su dueño estaba en las mismas, se tomó su tiempo para cerrar los ojos y sentir la brisa recorrer los poros de su piel. Adoraba esa sensación. Libertad.
Se acomodó el cabello y comenzó a caminar con su mascota a un lado. El recorrido que hacían era siempre el mismo: pasear por las veredas un rato y luego ir a la plaza que quedaba cerca. Era grande y siempre estaba llena de niños y otros perros.
Charlie movió la cola alteradamente en cuánto llegaron al parque. Los ladridos de otros caninos lo entusiasmaron y salió corriendo a gran velocidad tras ellos.
Al ser de una raza grande, un bonito Golden Retriever, Charlie logró arrastrar a su dueño con él. Eunseok se sostuvo con fuerza, sintiendo sus pies resbalándose sobre la tierra.
─¡Charlie, detente!─Gritó el coreano, notando como este parecía tener un objetivo en específico que al parecer no era otro cachorrito.
Aunque sus palabras no sirvieron de mucho, puesto que en menos de cinco segundos Charlie saltó sobre un cuerpo ajeno, tirando a su vez a Eunseok.
Allí se quedó, sobre el pobre chico que su perro había "atacado", ambos en el suelo.
─¡Dios mío, lo lamento tanto!─Un avergonzado Eunseok se recompuso rápidamente, estirando su mano al chiquillo del suelo.
Para su sorpresa, en cuanto el contrario alzó la mirada, su corazón estalló de emoción.
¡Un chico hermoso, de bonitos orbes y probablemente de su edad estaba frente a sus ojos gracias al tontito de Charlie, que no sabe porqué salió corriendo de esa manera!
¿Fue una coincidencia? ¡Por supuesto que no! ¡Eso definitivamente fue gracias a su trasero y la luna!
Quiso gritar, pero mantuvo la calma esperando no espantar al desconocido, quien aún no aceptaba su mano.
─Lo siento, en serio, no sé por qué hizo eso, él es tranquilo habitualmente─Seguía hablando, nervioso. Por fin el chico había recibido su ayuda, pero no dijo nada. Sus ojos eran maravillosos, muy armónicos, al igual que todo su rostro─Lo siento de verdad. Yo-
─Está bien, no pasa nada─Respondió por fin, dejando sorprendido a Eunseok por su dulce y tranquilo tono de voz. ¿Es real? ¿Estoy muerto? ¿Puede ser que en realidad Charlie no haya chocado con ningún muchacho bonito y en vez de eso me haya arrastrado directo a la calle y justo pasó un auto que le puso fin a mi corta vida y ahora estoy en el cielo? Aquel razonamiento tenía mucho sentido en su cabeza porque el pelinegro frente a sus ojos parecía un ángel.
Salió de sus absurdos pensamientos cuando oyó al animal ladrar de nuevo, está vez rodeando al chico con la correa.
Eunseok quedó impresionado por aquello. Charlie, al contrario de lo que pensó, se habla emocionado estando cerca del niño. Su colita se movía de izquierda a derecha velozmente, y daba pequeños saltos siguiendo la misma circunferencia de antes.
─¡Charlie, por favor!─Por impulso había soltado ya su correa, así que se agachó hasta el animal para intentar recuperarla.
Eunseok sintió morirse al escuchar una tímida risita de los labios contrarios. La pelinegra bajó cuidadosamente, logrando capturar el pedazo de tela en sus pequeños dedos y se la extendió.
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𝓟oto + Luna = Seunghan ٭ 𝗦eokhan AU
Lãng mạnPoto + Luna ; Eunseok leyó en internet que si le mostraba el poto a la luna le traería buena suerte en el amor. Este AU no me pertenece. ©. @yunamipolola