𝗠𝗶𝗱𝗻𝗶𝗴𝗵𝘁 𝗿𝗮𝗶𝗻 - 𝖲𝗁𝗂𝗆 𝖩𝖺𝗄𝖾 ✔︎

Episodio 05

So so long long lon lon don don

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Había pasado un mes desde la ultima vez que hable con Jake, desde entonces el había cumplido su promesa de no volver a buscarme y dejarme en paz. No iba a negar que de verdad me afectaba que dejara de buscarme aunque eso fue lo que siempre quise. Estaba triste y las malas noticias solo seguían llegando.

— Chicas, debo decirles algo — dijo Si-Hyuk mientras nos miraba decepcionado.

— ¿Que sucede? — preguntó Chaewon.

— Garam debe dejar el grupo, el rumor es fuerte y el hate que está recibiendo no es sano para una chica de su edad. Por lo tanto, hemos tomado la decisión de que este fuera del grupo.

Nos miramos entre todas, vi los ojos de Eunchae llenos de lagrimas al igual que los de Kazuha, Yujin y Sakura no decían nada y Chaewon parecía estar viendo pasar su vida delante de ella. Garam era una parte importante de nosotras, habíamos prácticamente crecido con ellas y aunque le prometimos a los fans que todo estaría bien, ya no sabía que pensar.

— Lo siento por decepcionarlas, chicas — dijo Garam entre lagrimas.

Nos encontrábamos en su habitación viendo como recogía todos sus sueños y esperanzas, todos los sueños de una chica de 17 años habían sido arruinados por idiotas sin cerebro.

— Nada de esto es tu culpa bonita, nosotras confiamos en ti y sabemos que ese rumor es falso — dijo Chaewon.

— Si ademas, todavía vas a tener a personas que te quieren y te apoyan, tal vez un futuro podrás debutar — aseguró Yunjin intentando levantarle el animo.

— ¿De verdad... quieres irte? — pregunte.

Recibí las miradas preocupadas de las chicas y una mirada triste por parte de Garam quien se tiro al piso a llorar.

— No quiero... no quiero dejarlas, pero yo... no puedo más chicas. No soporto todo ese odio en las redes, tengo miedo de salir a la calle y ya no quiero preocupar más a mis padres. Así que si, voy a irme, pero voy a mejorar y voy a volver. — dijo limpiando sus lagrimas.

— Eres muy fuerte unnie — dijo Eunchae — siempre estaremos para ti.

— Así es, no importa que pase vamos a estar juntas — dijo Kazuha.

Nos dimos un fuerte abrazo entre todas mientras llorábamos, a pesar de que una parte de nosotros se iba nuestros recuerdos felices nos mantienen con fuerza.

Regresaba de entrenar cuando vi a la persona que menos esperaba enfrente de mi puerta, esa cabellera rubia podría reconocerla. Siempre supe que el rubio podría quedarle perfecto.

— Jake...

— Ah, Scarlett, ¿regresas de entrenar? — preguntó con cierta incomodidad.

— Si — dije y baje mi mirada, la cual se poso en una caja que tenía en sus manos — ¿Necesitas algo?

— Debemos hablar. Vamos a la terraza.

Seguí a Jake hasta la terrera y el aire frío de la noche nos recibió, la ultima vez que ambos estuvimos aquí juntos nada terminó bien, algo me decía que está noche iba ser dolorosa.

— ¿Que... pasa? — pregunte mirando el horizonte.

— ¿Recuerdas aquella vez que entraste a la sala de ensayo por tu celular? Cuando te vi me pareciste la chica más hermosa que mis ojos vieron, tu acento inglés realmente llamo mi atención, y cuando vi como bailabas... realmente estaba impresionado.

Mordí mis labios al revivir todas esas escenas en mi cabeza, ¿que buscabas?

— ¿Recuerdas cuando nos volvimos novios? Fue el 14 de Febrero de 2019, justo el día de San Valentín. Jamas me había sentido tan feliz de tener la compañía de alguien hasta que apareciste, de verdad me encantaba tenerte junto a mi. Tu aroma a rosas, tu hermosa voz y sedoso cabello, cuando cantabas canciones de cuna y verte bailar, me encanta todo de ti.

— Ya basta Jake, ¿que necesitas? ¿Que ganas recordando esas cosas? — dije mientras intentaba retener mis lagrimas.

— Ese día... planeaba darte este anillo de promesa. Después de que cada una cumpliera su respectivo objetivo planeaba pedirte matrimonio , pero los planes del destino fueron diferentes. Aún así, Kim Scarlett, me alegro mucho de que tu fueras mi primera relación y mi primer amor.

Jake tomo mi mano y coloco el anillo, yo no decía nada pues las lagrimas no me dejaban. Observe por un momento a Jake y vi como sollozaba, nuestros ojos se encontraron y ya no reflejaban ese hermoso amor que teníamos. Solo reflejaban... dolor.

Jake soltó mi mano y se dirigió hasta la salida de la terraza, antes de irse dirigió una ultima mirada a mi.

— Adiós, Londres.