La mañana siguiente, Naia desperto con el eco de la reprimenda de su madre aun resonando en su mente. Aunque el cielo de Solara se clareaba prometiendo un dia soleado, Naia no evitar sentirse fuera de comfort. Mientras se preparaba para la escuela, sus pensamientos giraban en torno a la fiesta que se haria durante la noche de hoy y que Aric habia planeado.
En la escuela, la situacion era cada vez mas tensa. La escuela de Solara estaba dominada por estudiantes de Nocturna, y Naia, una de las pocas humanas, se sentia mas aislada que nunca. Los comentarios crueles y las bromas pesadas eran parte de su rutina diaria. A menudo era vista como la "rara" de Solara, y los estudiantes solian ridiculizarla y hacerle maldades cuando no estaba cerca Aric.
~Te recogo en tu casa hoy, a las ocho~ dice Aric dandome una pequeña sonrisa~ no me digas que tu mama esta encarcelandote otra vez, por llegar fuera de la hora de llegada ~el continua~.
~Buenos dias, Aric~ le contests mientras cierro mi casillero~ y no, no lo ha echo. Pero si he recibido su cachetada~ culmino diciendo.
Aunque Aric era un vampiro. Muy fuerte por cierto, no le gustaba la violencia y tampoco estaba de acuerdo con como mi madre imponia sus reglas y me criaba como un conejo sin poder salir de su jaula. El simple hecho de que cada vez que lllegaba tarde a mi casa, siempre recibia su cachetada lo hacia apretar sus dientes y aunque aveces odiaba como me restringia. Tampoco la juzgaba, tiene sus razones.
~¡Otra vez volvio a abofetearte! Cuando me dejaras hablar con tu madre y dejarlo claro, que no estas sola y no corres peligro alguno.~ termina Aric con su tono serio y misterioso~
~Ustedes son los unicas dos personas, que creen que corro peligro y debo estar vigilada las veinticuatro horas del dia como si fuera un terrorista o algo peor.~ espeto un tanto molesta por saber que el sabe algo que claramente yo no se~
~Naia, no tienes que molestarte con tu mama o conmigo por solo querer verte a salvo siempre~ dice con una media sonrisa y acomoda uno de mis flequillos atras de mi oreja.
~Ven por mi a las ocho~ culmino.
Durante el recreo, Naia estaba sentada sola en un rincon del patio, leyendo un libro para escapar de las miradas. Un grupo de estudiantes de Nocturna, entre ellos algunos de los mas problematicos, se acerco con sonrisas burlonas.
~¿Vas a asistir al evento esta noche?~ se rio uno de ellos~ Seguro que sera tan aburrido, tan pronto llegues y Aric te vea. Haciendo que pierda su sentido del humor.
Naia intento ignorarlos, pero no pudo evitar sentir una oleada de enojo y tristeza. La situacion empeoro cuando Clara, una chica de Solara conocida por su actitud despectiva, se acerco.
~¿Crees que tu presencia hara alguna diferencia?~dijo Clara con desden~ Nadie te quiere aqui. ¿Porque no te quedas en casa, y de una vez, dejas a Aric en paz?
Zaia bajo la mirada, sintiendo el dolor de las palabras de Clara. Sabía que el evento de la noche no sería fácil, pero no esperaba que su presencia causará tanta hostilidad.
Mientras todos se reían de lo que andaba sucediendo, Zaia sentía como su cuerpo empezaba a calentarse y aunque intentaba tranquilizarle, su cuerpo empezaba a temblar sin poder evitarlo. Clara la empuja de un momento a otro, mientras Zaia intenta irse del lugar y cae al suelo. Le molesto tanto que lo hubiera hecho, que sin ella darse cuenta su iris se volvió azul brillante y su esclerótica se volvió tan negra que todos los que estaban a su alrededor dieron un paso hacia atrás con precaución. Cuando menos se lo esperaron, Zaia los miro como si algo la hubiera poseído y de un momento a otro, rayos empezaron a caer del cielo. Todos gritaban, y corrían a los edificios donde los rayos no llegarían. Y cuando dieron la vuelta para observa que sucedía, vieron a Naia tirada en el suelo, inconsciente, siendo levantada por un desconocido bastante conocido para los estudiantes de Noturna que no pudieron dejar desapercibido. Llevándola hacia la enfermeria.
Más tarde, Zaia se había levantando en la enfermería sin recordar como había llegado allí, y que había ocurrido. La enfermera le había comentado que había quedado atrapada en una tormenta de rayos, y un chico la había traído para verificar que no haya recibido ningún daño. Zaia estaba tan confundida que simplemente dio las gracias y decidió irse.
Aric la encontró en el bosque, luego de la escuela. Zaia estaba sentada en un tronco, mirando el suelo con una expresión preocupante.
~¿Te encuentras bien, Zaia?~ preguntó Aric, notando su malestar.
~No estoy segura~ respondio Zaia, su voz temblando~ La gente sigue siendo cruel conmigo. Me pregunto si realmente quiero estar en la fiesta de esta noche, Aric.
Aric se sentó a su lado, tratando de ofrecer apoyo y observando que no tuviera ninguna cortada alrededor de su cuerpo por lo acontecido hoy. Todavía se sentía molesto consigo mismo por lo ocurrido hoy y no haber podido evitar nada, cuando ella estaba en problemas.
~Lo importante es que estaremos juntos. Y esta ves no dejaré que nada ocurra. Me disculpo por no haber podido hacer nada en el evento de hoy en la escuela. Teníamos un nuevo estudiante del Reino Nocturna y se me había asignado enseñarle los alrededores y todo lo demás.
~No te estoy culpando de nada, Aric. Solo estoy confundida porque no recuerdo nada de lo que ocurrió, luego que Clara me allá empujado. Y ahora todos me miran el doble y rumoran sobre mi. ~dijo Zaia, con lágrimas en los ojos~ Soy un fenómeno, Aric. ~dijo finalmente~
~Venga estrella, no eres ningún fenómeno ~le respondió Aric, mientras levantaba su cien y limpiaba una lágrima que se deslizaba por sus delicados cachetes~ fenómeno soy yo, y vivo orgulloso de lo que soy. Tu eres dulce, hermosa, inteligente, generosa, amable, cariño, y perfecta, Zaia. Solo que las personas a nuestro alrededor, no aceptan a personas en este mundo que no tengan maldad dentro de si. Eres pura, Zaia.
Zaia de un momento a otro, rodeo sus brazos alrededor de Aric, y aunque sabía que estaba haciendo algo peligroso por la realidad de Aric, en ese momento no le importó, solo quería sentir su abrazo. Aric, se le hacia difícil resistirse al abrazo de Zaia cuando desprevenida mente lo hacia. Pero también se le hacia difícil no resistirse al aroma que emanaba de ella. Con olor a Pastel, fresas y chocolate. Le era difícil que sus colmillos no salieran a toda su capacidad.
ESTÁS LEYENDO
Sangre Real y la Estrella Elegida
FantasyPrólogo Siempre me ha asustado la realidad, ver lo que a estado ahi afuera toda mi vida. Ser una estudiante que llama la atencion, tampoco es que me agrade. El saber que estamos viviendo en un mundo totalmente distinto a hace una decada atras, tampo...