CAPITULO II: NOTICIAS MORTALES

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1 de enero 2022

Dando inicio al año 2022, a las 8 de la mañana, Juan se encontraba en el paradero de Humaya, con la cara aún con sueño, esperando a que se llenara la combi que lo llevaría a su destino. Su cansancio se debía a la celebración de Año Nuevo en casa con toda su familia materna, lo que lo llevó a acostarse un poco tarde. Sin embargo, su madre le pidió que fuera a buscar a su padre en la mañana, quien se había ido a celebrar el Año Nuevo en su pueblo natal. Aunque Juan no quería malgastar su día libre yendo a buscar a su padre, tampoco quería perder la oportunidad de pasar un rato con su abuelo. Una vez que la combi se llenó de pasajeros, partieron rumbo al pueblo natal de su padre.

Mientras viajaba en la combi, Juan intentó matar el tiempo usando su celular, pero ni bien cruzaron la autopista panamericana norte rumbo a Sayán, la señal de su operadora comenzó a debilitarse para posterior volverse inaccesible más adelante, Juan tomo la decisión de apagar su celular y guardarlo, al no poder hacer nada más, comenzó a contemplar el paisaje a través de la ventana del vehículo. Mientras observaba, reflexionaba sobre cómo podría organizar su trabajo a tiempo parcial con la academia preuniversitaria que asistiría pasado mañana. El pensamiento en los estudios le desanimaba, pues sabía que no era su punto fuerte, pero se sentía obligado a asistir por su madre, a quien temía más que a la misma muerte, resultándole difícil negarse. Mientras se sumergía en sus pensamientos, vio pasar un gigantesco tráiler al lado de la combi, lo que le recordó el preciso momento de su grotesca muerte. Aunque había tratado de dejar ese recuerdo en el olvido, la visión del tráiler hizo que resurgiera en su mente.

― "Ya pasaron semanas desde ese suceso... soy muy afortunado de aun seguir con vida, si hubiera muerto ese día, no hubiera seguido ganando dinero, no podría seguir cerca de las personas que estimo y no hubiera podido ir al cine con mis amigos para ver el hombre que araña el multivergazo, lo vuelvo a repetir soy muy afortunado la verdad pero... ¿a qué se deberá esta suerte?" – Juan se preguntaba a quién era que le debía dar las gracias

El al estar pensando en ello, sin darse cuenta ya había llegado al pueblo natal de su padre, Juan descendió de la combi, sus pies entraron en contacto con la tierra del centro poblado de "Caldera", al estar fuera de la combi sintió el calor abrasador que caracterizaba a Caldera, recibiendo así el nombre del pueblo. Estando en la entrada de la localidad tenía un gran panorama para observar, a su derecha, divisó la institución educativa local junto con un extenso campo de Grass donde se disputaban partidos de fútbol entre los habitantes. Más allá, se extendían las plantaciones de caña de azúcar y maíz que rodeaban el pueblo. Para Juan, Caldera representaba un refugio tranquilo y sencillo, un lugar donde podía escapar del frenético ritmo de la ciudad. Sin perder tiempo, se encaminó hacia la casa de su abuelo.

A medida que avanzaba por las calles del pueblo, la música de cumbia se intensificaba en el aire, guiándolo hacia el origen del bullicio. Pronto descubrió que provenía de un equipo de sonido ubicado afuera de la casa de su abuelo. Alrededor de este equipo se encontraban su padre, tíos y primos, todos disfrutando de una caja de cerveza y celebrando el inicio del año nuevo. Esta peculiar manera de recibir el año solo podría ocurrírsele a su familia, y aunque para ellos fuera algo normal, a Juan le parecía un tanto aburrido.

El padre de Juan se levantó de la silla en cuanto lo vio aparecer y fue directo a saludarlo, seguido de cerca por sus tíos y primos, quienes lo recibieron con abrazos y muestras de afecto. Sin embargo, Juan percibió claramente el fuerte olor a alcohol en el ambiente. Por cortesía, devolvió los saludos y les deseó un feliz año nuevo. Después de los saludos, su tío Celso preguntó si su hijo Félix venía con él, pero Juan aclaró que había venido solo.

Félix, desde que se mudó de la casa de sus padres, se ausentaba por mucho tiempo de su familia, pasándose encerrado en su apartamento durante las fiestas. A veces resultaba difícil sacarlo de ahí para que viniese a visitar Caldera.

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