Un guerrero Potter

Capítulo 9

"Personaje hablando"
"Personaje pensando"
" Personaje o criatura hablando parsel"
"Criatura o recuerdos hablando"
"Hechizos"
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La clase de transfiguraciones fue bastante divertida, al igual que la gran cantidad de puntos que recibió de su profesora al contestar preguntas que ella le hacía aleatoriamente cada pocos minutos, y los 30 puntos que recibió al ser el primero y el único en convertir un fósforo en un perfecto alfiler, demostrando una vez más el conocimiento tan avanzado que tenía en el tema. Debía escribirle una carta a su abuelo por enseñarle transfiguraciones desde temprana edad. Luego de esta clase, vino una de las clases más esperadas: Pociones, la cual tomaría con su jefe de casa, Severus Snape.

Mientras caminaban al salón de clases, el cuel se ubicaba en uno de los rincones de las mazmorras, se preguntó como sería la proxima clase, en especial para el, quien había montado un espectáculo en su primera noche y que era hijo de Hames Potter, quien sabía que era la  persona a la que su profesor de pociones más aborrecía y odiaba en el mundo. Claro que él sabía por que, pues su tío Sirius se encargó de contarle todo para que el estuviera preparado en caso de que su maestro lo tratara mal, pero aún así no lo podría culpar. Su padre, por más que lo amara y extrañara, había sido un total idiota y nada menos que un bravucón hacia su antiguo compañero de clases, lo cual el aborrecía pues fue entrenado desde pequeño para proteger y para jamás sentirce que era mejor que nadie. También sabía que Sirius no era mejor, por lo cual le reprochó en el momento en que le contaron toda la historia, y también tendría unas palabras con su tío Remus cuando lo volviera a ver. Por otra parte, según lo que había aprendido de un diario que le había dejado su madre, en el cual le hablaba de cosas de su pasado y presente hasta su muerte, ella había sido una parte importante de la vida de su nuevo profesor en su niñez, lo cual quizás lo ayude un poco en cuanto a su trato hacia el.

Ya no tuvo mucho tiempo de seguir pensando, pués ya habían llegado a su nuevo salón de clases, el cual confirmaba el hecho de que era el salón de pociones debido al olor tan particular que provenía de el, hierbas y especias magicas y muggles muy variadas. Al entrar los recibió un salón totalmente a oscuras, excepto por unas cuantas lamparas en las columnas y algunas paredes, justo sobre cada estación de trabajo, las cuales eran mesas dobles altas conj dos taburetes altos cada una. como decoración habían distintos materiales para la creación de pociones:colmillos de animales, cabellos de animales, cuernos de diferentes tipos, al igual que unos cuantos frascos con animales vivos y/o muertos que serían utilizados de muchas maneras. Justo frente a todo esto, en el otro lado del salón, se encontraba el profesor sentado en su escritorio de caoba y su silla de cuero negro, el cual junto a sus túnicas y ropa negra le daba un aire misterioso y tenebroso. Este simplemente los miraba mientras cada uno tomaba su asiento, el cual Harrison decidió sentarse junto a una sorprendida y feliz Hermione, haciendo que muchos lo observaran sorprendidos mientras que algunos (los leones) lo miraban con ira al ver que se sentaba con alguien de otra casa. Una vez todos entraron al salón, el profesor cerró la puerta con un sutil movimiento de su mano y se puso de pie para dirigirse a la clase.

"Ustedes están aquí para aprender la sutil ciencia y el arte exacto de hacer pociones. Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita y muchos de ustedes dudarán que esto sea magia. No espero que lleguen a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, angañando los sentidos...Puedo enseñarles como embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte... Si no son algo más que los alcornoques a los que habitualmente tengo que enseñar" terminó su discurso, el cual decía en un tono bajo casi imnotizante, dejando en claro que no necesita de mucho esfuerzo para mantener a una clase bajo control y atenta.