Capítulo 10

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"Personaje hablando"
"Personaje pensando"
" Personaje o criatura hablando parsel"
"Criatura,recuerdos y retratos hablando"
"Hechizos"
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El mes de septiembre pasó sin más inconvenientes ni llamados del director, aunque duda de que sea por respetar lo que él dijo, quizás solo le está dando más tiempo para encontrar una excusa para llamarlo, pero hasta entonces seguiría con su vida escolar normal.

Después de un mes de las clases regulares, hoy comenzarían a tomar clases de vuelo junto a los leones, los cuales además de Hermione y Neville, han decidido darle un tratamiento silencioso, por lo cual estaba más que agradecido. Claro que hubiese estado más agradecido de que fuera TODO el resto de la casa quien lo ignorara, pero al parecer los Weasley tenían la idea de hacerle la vida imposible por "traicionarlos", según ellos. Claro que no se detuvieron ahí, pues al ver que a él no le afectaban los insultos o las bromas, las cuales nunca funcionaban en él, decidieron que mejor harían lo siguiente mejor, enfocarse en sus amigos, los cuales no tenían la misma suerte que él en cuanto a las bromas ni la habilidad mental para ser tan indiferentes, lo cual ha terminado en pequeñas peleas varias veces, las que por suerte fueron terminadas por Snape, quienes impartía castigo tras castigo a los hermanos Weasley.

Volviendo a la clase, Harrison estaba en este momento en una conversación con Hermione y Daphne, principalmente enseñándole a la nacida de muggles sobre algunas de las costumbres de los magos y como sería mejor acostumbrarse a estas. A diferencia de muchos nacidos de muggles, Hermione no quería cambiar sus costumbres, más bien quería adaptarse a estas, y que mejor manera que aprender que dos personas que las han estudiado y vivido a profundidad desde que nacieron.

Habían estado conversando sobre lo que había aprendido, al igual que preguntando sobre algunas dudas que tenía, las cuales ambos estaban más que feliz de aclarar. En ese momento llego su maestra de vuelo, Madame Hooch.

"Buenos días clase" saludo que le fue devuelto por los estudiantes. "Hoy comenzaran con su clase de vuelo. Lo primero que harán será colocarse junto a su escoba, del lado izquierdo. Colocarán su mano derecha sobre la escoba y gritarán 'Arriba' con firmeza. Comiencen."

Luego de escuchar las instrucciones, se podían escuchar las voces de todos los estudiantes, algunos hablando otros gritando, pero la mayoría frustrados al ver que sus escobas no se levantaban. Otros, como Harry, Daphne y Blaise solo miraban algo divertidos la situación, solo para mirar su escoba y decir con calma 'Arriba' haciendo que las tres escobas salgan disparadas al instante del suelo directo a sus manos, mientras que algunos los miraban irritados, enojados o asombrados, siendo Madame Hooch quien los miraba con una leve sonrisa en su rostro. Algo le decía que estos tres serían buenos volando escobas.

Después de unos minutos, cuando todos tenían sus escobas en la mano, la profesora comenzó a darles instrucciones.

"Ya que tienen sus escobas suban a ella y sujétenla bien. Cuando escuchen el silbato, quiero que todos golpeen el suelo con fuerza, mantengan el equilibrio, floten un momento, inclínense hacia adelante y regresen al suelo. ¿Listos?" terminó antes de sonar el silbato.

Justo en ese momento la escoba de Neville comenzó a elevarse rápidamente mientras el niño sobre ella gritaba en pánico. La escoba comenzó a volar sin control por el campo mientras todos lo miraban desde abajo. En el grupo de Harrison la mayoría lo miraba con preocupación, mientras Hermione era la que más lo expresaba. Pero Harrison era diferente. Aunque estaba preocupado por su amigo, él sabía que su amigo volaba bastante bien desde que eran niños, por lo que esto no era un comportamiento normal. Mirando alrededor del terreno se fijó que a lo lejos, cerca de las puertas del castillo, se encontraba el profesor de defensa, Quirrel, quien miraba intensamente la escoba y pronunciaba palabras que él no escuchaba, pero que si tenía que adivinar sería algún tipo de maldición. Silenciosamente, comenzó a caminar hasta estar de espalda al grupo, y sacando su varita la apuntó a su amigo y comenzó una contra maldición. Para el alivio de muchos, incluido el mismo, y el enojo de una sola persona, la escoba comenzó a descender con calma, mientras su amigo la sujetaba fuertemente, con miedo a que volviera a actuar extraña. Después de unos segundos, el chico había llegado al suelo, donde se podían notar sus temblorosas piernas y su piel pálida de miedo.

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⏰ Última actualización: Oct 25 ⏰

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