SpyderPool

1 0 0
                                    

Desde hace 2 años, tres meses y cinco días, fue mordido por una araña, y a luchado con todo tipo de villanos en su ciudad. Con sus súper poderes arácnidos, y su súper fuerza, y toda la cosa.

Pero también, las consecuencias de sus actos humanos, su vida social en general. Todo lo que Peter Parker no pudo hacer siendo Spiderman.

¿Sus padres? Muertos ¿El tío Ben? Muerto ¿Su tía? Muerta ¿Sus amigos? Sin memoria.

Esta solo. Su vida humana no es la mejor, un trabajo con salario mínimo, un apartamento que se cae a pedazos, con un casero malhumorado, y ni tiene para ir a la universidad. Y en la de héroe es también peor, villanos que no descansan, gente que creen que es una amenaza, y muchos problemas legales.

Pero para el universo no le es suficiente. Hoy se despertó, con un terrible dolor por los golpes de la anterior pelea. Fue directo al baño, y cuando levanto su mirada al espejo, todo su rostro perdió color.

Sus caninos crecieron de manera abismal, casi como la de los vampiros, pero poseyendo una forma ondular. Y si fuera poco, seis canicas negras en su cara, siendo sus ojos. La reacción fue inmediata, gritó, se pego a la pared de atrás con terror y todo su cuerpo temblaba como terremoto.

Sus manos palpaban su cara, tocando los dientes y sin querer picando sus ojos con los dedos, causando mas miedo y dolor a la situación. Volvió al piso, estando mas cerca del espejo de baño, analizando cada cambio. Tomando grandes caladas de aire mientras contaba del 1 al 10.

La suerte Parker vuelve a atacarlo. No hay manera, de que viva así, no puede salir pero tampoco quedarse, al menos siendo Peter. Spiderman no causaría alboroto teniendo siempre su mascara puesta. Pero no es suficiente.

Ah estado en el baño como tres horas, no fue a trabajar y no piensa en hacerlo. Como ultimo recurso, agarra una mochila y empieza a guardar todo lo que es importante. Ropa, comida, su celular, una laptop vieja, y zapatillas.

Procede a vestirse como todos los días, con un cubre bocas, lentes de sol y un gorro para cubrir sus nuevas mutaciones. Sale de su apartamento, deja la llave con el casero, y se va ¿a donde? Ni el sabe.

Desde hace tiempo, no hubo nada mas que robos, y pandilleros, pero no amenazas súper peligrosas. Después de muchos cambios de leyes, y la moral de la mayoría de superheroes de no matar (no todos), la condena a muerte a muchos villanos se estableció.

Hay algunos que simplemente no pueden matarlos de la manera convencional, entonces SHIEL se encarga de ellos para contenerlos.

Levantó su capucha, arriba de su gorra, eh ignora a todos los transeúntes que van en dirección contraria. Su camino es doloroso, sus oídos perciben mas sonidos que antes, causando un ligero aturdimiento por parte de una bocina u otra cosa.

Aun así, sin llamar la atención, camina por las ruidosas calles de New York, hasta un conjunto de apartamentos cerca de la parte pobre de la ciudad.

Su mano tiembla cuando toca el timbre. Espera unos segundos, antes de que alguien responde.

- ¡Hola! ¿Quien es? Si es alguien a que debo dinero, pues lo siento, no estoy en casa -

- W-Wade... - su voz tiembla, al igual que todo su cuerpo.

- Ho, Spidybaby, ¿que te trae a mi humilde morada? -

- Wade... - no evita sollozar, no puede hablar correctamente, y siente que su voz sisea por los caninos.

-... Ya voy -

Espera un rato, hasta que la puerta se abre. Un hombre alto, musculoso, cubierto de cicatrices, y estando en calzoncillos lo recibe con una mirada preocupada.

Historias que se me ocurren (parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora