Samantha.
«Sam...cielo»
Siento que la realidad es lejana todo a mí alrededor es oscuro, solo era yo y esa luz blanca del fondo con su voz.
Ya no estaba sola, lo tenía de nuevo enfrente a mí, está vez con la misma mirada que me hacía doblegar de miedo. Me había tomado del brazo con la bruscalidad de siempre.
—Vamos Sam, perdoname, sabes que no fue así. —Contestó con voz sombría mientras apretada mí brazo con fuerza—. Vamos Sam no seas una perra desagradecida.
—Basta por favor...me lastimas —Hable con miedo, quiero vomitar, quiero correr pero mi cuerpo no colabora.
—¿Te lastimó Sam? ¿Te lastimó cariño? —Sonrío con malicia y se acercó a mí rostro para besar mí mejilla.
Empiezo a llorar asustada, dios no me dejes. No quiero sentirlo cerca de mí, no quiero recordar su existencia cerca de la mía.
—¿Tienes miedo Sam? —Preguntó subiendo sus manos a mí cuello para apretarlo.
—Por favor déjame...—Asustada no es la palabra, pasmada se acercaba.
—Quieres morir, ¿No Sam? Déjame ser yo quien que te ayude.
Empiezo a gritar por ayuda pero la voz no me sale, quiero que deje de apretar mí cuello con sus manos y que deje de sonreír de esa forma. Nada se compara con esto, miedo, pavor y sangre...
Despierto de golpe con la respiración agitada, con las mejillas húmedas y me llevo las manos al cuello verificando que todo esté bien. Quiero llorar de nuevo, otra vez, cada vez más peor que la anterior.
Todo estaba en silencio en la habitación, todo está bien porque él no estaba aquí. Desconozco el momento que Nash se levantó por completo y se acercó a mi
—Shhh... Hey, shhhh —Dijo en un tono suave mientras se agachaba a mi lado, intentando consolarme.
Él, siempre era él el causante de mis pesadillas. Siento que estoy muerta entre tanta gente viva, no es como quisiera vivir; siempre con el miedo constante que vuelva a verlo.
—Sam, sólo fue una pesadilla.
—Nash...—Murmuré. Estoy en mí cuarto, sigo viva.
Rápidamente me limpio las mejillas, odio que me vean llorar no había algo más humillante que eso.
—Hey, está bien... no te preocupes.—Aseguró en un tono más suave, manteniendo su mirada en mi, sin dejar de acariciar suavemente mí hombro con su mano.
—Perdón por despertarte...solo estaba soñando —Hable en voz baja. Me duele la cabeza con todo esto.
Su gesto se volvió más suave mientras continuaba acariciando mí hombro con calma. No debería preocuparme un sueño pero me angustia pensar que lo volveré a ver.
—No te preocupes por eso. Lo que importa es que estás bien ahora. —Respondió suavemente, manteniendo su mirada fija—. Puedes dormirte si quieres prometo que no volverá a pasar
No podría dormir más, prefería estar despierta que volver a tener la misma pesadilla.
—Deberias irte a dormir.
—No estoy cansado.
Volvimos a quedar en silencio. Después de algunas segundos agregó;
—Además, no me gusta dejarte sola a estas horas.
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Epifanía © [Borrador1]
Novela JuvenilNunca creí en las manifestaciones menos creía que podía hacerse realidad al poder sacar a un personaje ficticio de mí libro favorito, pero una vez más el universo se levantó a darme una cachetada y decirme: ¡Te equivocas! No sé cómo, no sé porque...