Rider:Me río en voz baja cuando Nick sale corriendo como si su vida dependiera de ello, y no lo culpo, pues había tenido el placer de conocer a Susan, y sabía de buena mano lo tan aterradora que puede llegar a ser. Nish niega con la cabeza esbozando una sonrisa cariñosa antes de caminar hasta el sofá y recoger sus cosas, guardandolas en su chaqueta.
Mi celular vibra en el bolsillo de mi sudadera. Lo saco para echarle un vistazo rápido. En la pantalla aparece un mensaje de mi padre que me hace fruncir el ceño con molestia.
Recuerda la cena de hoy. Por lo que más quieras, ponte presentable. No llegues tarde.
-¿Quieres que nos vayamos juntos? Voy a esperar a mi hermano en casa. Hoy me toca prepararle la cena al pequeño Niky -Nish se voltea hacia mí para captar mi atención, pero se da cuenta de mi expresión, por lo que no tarda en preguntar. -¿Sucede algo?
Hago una mueca de desagrado.
-Mi padre que está pesado con eso de las cenas -confieso antes de guardar nuevamente el celular sin responder. -Te acompaño. Igual debo ducharme y ponerme presentable para la ocasión.
Ambos salimos poco después y tomamos el ascensor hasta el estacionamiento. Nos dirigimos al auto de Nish y en poco tiempo estamos de camino a casa.
-Odio con todas mis fuerzas haber nacido en esa familia -suelto de repente, revolviendo mis mechones castaños con obvia frustración.
Nish aprieta los labios en una línea fina en señal de comprensión.
-Te entiendo. Es horrible tener todo el peso de tu familia sobre ti. Y es aún peor por ser hijo único -coincide.
-¡Es que no entienden que no quiero su maldito dinero! Yo estoy creando mi propia fortuna, por dios. Me da igual si se quedan sin "heredero" -hago comillas en el aire mientras imito la voz absurda de mi padre. -Soy muy joven para casarme y tener hijos. Pero aquí estoy, asistiendo a una cena para que me busquen una esposa.
Mi amigo no puede evitar soltar una risita divertida.
-¿En qué año creen que estamos?
-Esa misma pregunta me he echo toda mi vida.
Nos pasamos el resto del viaje en silencio. Yo no estaba de ánimos para conversar y Nish respetaba eso. Cuando llegamos a casa voy directo a mi ala y no paro hasta visualizar el baño. Definitivamente necesitaba una ducha con agua helada para bajar la temperatura de mi cuerpo.
Pensar en mis padres siempre hacía que me calentara, y no de la mejor manera.
Tardé todo lo humanamente posible bajo el chorro, intentando alargar el inevitable encuentro. Después de media hora ya estaba tiritando del frío, por lo que me ví obligado a abandonar el baño. Después de secarme bien me dirijo al vestidor para elegir algo decente, según diría mi madre. Mientras rebusco entre mis trajes de vestir maldigo por no haber podido conseguir calmarme un poco.
Termino por descolgar uno de mis conjuntos. Era de mis favoritos, pues Nish me lo había regalado en mi último cumpleaños. La camisa era negra y contrastaba de forma perfecta con el saco y el pantalón. Me voy vistiendo con lentitud, sin muchas ganas de terminar. Tomo un cinturón negro y unos gemelos de plata, y finalizo con los zapatos del mismo color.
Ya estaba cansado de la rutina de todos los meses. No veía la hora de que desistieran de sus intentos por verme hacer una familia.
Me dirijo al salón principal con rostro serio mientras acomodo los gemelos en mis muñecas. Sentados en el sofá se encontraban Nish y el pequeño Niky haciendo una guerra de cosquillas, y al verme, interrumpen sus intentos por ver quién salía ganador.
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Notas del paraíso
RomanceParadisus es el grupo de música más popular del momento. Antes ellos tocaban sólo por el jugoso atractivo de la fama, hasta que una tragedia los unió definitivamente como grupo. ¿Quieres saber todos sus secretos? Te traemos la historia de los cuatro...