En Órbita |Dr.stone|

Z= III

Era una tarde lluviosa en Japón, Senku y Byakuya salieron a cenar a su restaurante de ramen favorito, hablaron de algunas cosas triviales y del futuro viaje de su padre.
En un momento Minori entró por la puerta del lugar, Byakuya la reconoció y quiso molestar un poco a su hijo.

— Oye Senku ¿Esa no es la chica que siempre te busca? —dijo sonriendo. Senku volteó a la entrada y la vió.

— Ah si, Minori —dijo y continuó con su comida

— ¿Y si la invitamos?

— No, sería incómodo —dijo con nerviosismo.

— ¡Hey Minori! —saludo Byakuya, señaló un lugar junto a ellos— ven, únete a nosotros.

— Ah, bueno —murmuró y fue hacía ellos—. Hola Senku

— Hola Minori —respondió.

Fue una de las pocas veces en que Senku y Minori tuvieron una conversación normal, sin el peso de los sentimientos no correspondidos en el aire. Hablaron de cosas triviales: la escuela, algunas noticias, como el viaje de Byakuya, y los planes para las vacaciones que tenía la chica. El ambiente era tranquilo y sin la tensión que usualmente existía entre ellos.
Byakuya no hizo mucho esfuerzo para incluir a Minori en la conversación, era algo fácil para él, haciéndola reír con sus anécdotas.
Fue como si, por un breve momento, todas las complicaciones y malentendidos hubieran desaparecido, dejándoles disfrutar de una simple comida.

…

Durante el tiempo que duró el viajé, hicieron otros artefactos y también se comunicaron con la aldea Ishigami. Sufrieron fuertes tormentas marinas y vieron ballenas. Estaban muy cerca de llegar a Estados Unidos. También revivieron a Hyoga, para que ayude a entrenar a Matsukaze, su petición fue revivir también a Homura y Moz.
Pasado alrededor de los 40 días, Minori retomó la petición que le haría a Senku antes de petrificarse. Lo vió en la cubierta a unos metros del bar de Francois.

— Oye Senku —el nombrado volteó—. Se que seguramente intentes arrojarme al mar, pero necesito pedirte algo.

— Minori …

— No te pido una respuesta inmediata —lo interrumpió—. Se por la presión que pasas y la misión importante que tienes. No espero una respuesta afirmativa ahora mismo —Senku la observó por un momento.

— Bien, lo pensaré —respondió, por primera vez Minori no obtuvo un rechazo, nunca había llegado tan lejos. Por si acaso pregunto.

— No te dije lo que quería…

— Siempre me pides que salga contigo ¿Qué otra cosa sería?

— Pues ahí me pillas —Senku rió.

— Aún así no te prometo nada.
— Ay, pero yo te lo agradezco…

— << No entiendo que tanto me ve >> —pensó Senku.

Sin embargo la chica estaba muy feliz, Senku había sembrado algo de esperanza en ella, pero para eso debían cumplir con su misión y ella ayudaría para que así fuese.

— Taiju, Yuzuriha tengo grandes noticias —dijo sentándose en su mesa—. Senku por fin aceptó darme una oportunidad cuando hayamos vencido al Why Man.

— Eso es genial, me alegro por ustedes —dijo Taiju.

— Genial, pero aún así no te hagas muchas ilusiones —dijo Yuzuriha.

— ¿Qué quieres decir Yuzu? —dijo. Kohaku apareció a un lado de ella.

— Bueno, Senku siempre toma decisiones en base a sus propios beneficios, una vez incluso se casó con mí hermana Rury —dijo la rubia.