Año 20 de diciembre

Capítulo 18 : El Kageyama-kun de hoy

La gente de este mundo es fea y repugnante.

Todo lo que puedo ver es la oscuridad en sus corazones.

Madre, padre, hermano, todos son feos.

Incluso el corazón de los niños se vuelve negro muy rápidamente.

Pero tú eres la excepción.

Kageyama Tobio es a quien he estado buscando todo este tiempo.

Cuando lo vi rodeado de nieve, supe:

Él es la pureza que le falta a este mundo; Él es el indicado para mí.

“Mi nombre es Kubo Rentaro. ¡Un placer conocerte!”

La verdad es que ser profesor nunca había estado en su mente, pero es la única forma en que podrá escapar de ese agujero infernal. Sin embargo, Fuyumi también está aquí, por lo que se arrepiente un poco, dado que ella es la única que lo conoce de "esa época". Pero ahora, está feliz con su decisión cuando sus ojos se fijaron en el chico de ojos azules que vio ese día de invierno.

Al mirar la lista de nombres de los alumnos de primer año, finalmente descubre el nombre del niño: Kageyama Tobio, un nombre hermoso y apropiado.

Kageyama-kun no fue colocado en mi clase, pero está bien.

Parece que no me reconoce y me puse un poco triste, pero es lo mejor. Fuyumi habla mucho, así que puedo escuchar mucho sobre ti, Kageyama-kun.

Tuve dos clases con él y vale la pena ver esa linda carita todos los días.

Hoy me saluda de nuevo con entusiasmo.

Kageyama-kun está lindo nuevamente hoy.

“¡Ah, buenos días sensei!”

Sonríe y dice: “¡Buenos días, Kageyama-kun! Siempre llegas tan temprano a clase, ¿eh?”

“Tengo práctica por la mañana todos los días, así que tuve que llegar temprano a la escuela”.

Él se ríe ante la respuesta sincera del chico y reprime el impulso de pellizcar sus adorables mejillas: "Supongo que es por eso que siempre tienes sueño en clase, ¿eh?"

El niño se sonroja levemente y puede sentir que su corazón late al verlo.

“Um, lo siento por eso, sensei…”

—¡Jaja, no te preocupes! Solo asegúrate de que tu nota no baje, ¿de acuerdo?

“¡S-Sí!”

Ahi.

Él realmente es demasiado puro.

Kageyama-kun se unió al club de voleibol.

Ahora quisiera haber jugado al voleibol durante mis días de escuela. Quería estar mucho más contigo.

Sería genial poder ver a Kageyama-kun sudando mientras salta y persigue la pelota.

Pero todavía puedo ver su linda cara dormida en clase y el rubor en su rostro cuando grité su nombre.

Su voz, mientras lee, sigue siendo la de un niño. Si pudiera, le haría leer el párrafo completo en cada clase.