Salomé

Capítulo I (Parte 3)

A pesar de estar siempre lidiando con Dakota por el hecho de tener que convivir con ella en nuestra "escuela" en donde aprendemos las cosas importantes para gobernar un reino, porque posiblemente somos las herederas al trono y aquellos hermanos que quedan como príncipes y princesas nos dan un cargo especial para el reino como para no estar solo de adorno por ejemplo mi caso seré la reina del reino DiamondTrix por el hecho de ser hija única y si me llego a casar con otro príncipe heredero al trono, puede que los reinos se junten a no ser que sea solo un príncipe, gobernaría este reino.

Mientras iba de camino al encuentro con Di como habíamos combinado me puse a pensar en algo para no tener que aguantar la siempre todos los días cuando empiecen nuestras clases, en eso veo que adelante estaría Di esperándome sentada.

-Y bien, ¿cómo te fue con el señor papi?

-Fue todo bien, pensé que se molestaría por no cuidar mi imagen, pero está todo bien, solo quería contarme algo trágico.

-¿Qué fue lo que te dijo?

-Vendrán aquí para conocer el reino varios amigos de mi padre, cómo por ejemplo donde vives un reino que tiene una alianza con tu padre y uno más, Olivefield.

-No puede ser, ¿por qué El reino de esa entrometida tiene que estar siempre presente en nuestros días?

-Ah, la vida es injusta, pero ya sabes, tenemos alianza de paz y creo que vienen aquí para firmar un pacto de paz con aquel reino amigo del tuyo.

-Oh, vaya, pues la verdad no sé cuál puede ser. Le miro con una cara graciosa.

-Pues cómo vas a saber si parece que vivieras aquí. Al escuchar eso, Diana me miró con ironía

-Por acaso quieres que me vaya, si es así solo dilo, querida.

-Vete.

-Está bien adiós.

Así Di se daría la vuelva y saldría corriendo a las afueras del palacio y yo iría corriendo atrás de ella.

-Que era broma no te vayas.

-No, ya fui expulsada de lugares mejores.

-Ja, ja, ja, no digas ese tipo de cosas, chiflada.

Después de a ver paseando por toda la tarde volveríamos al palacio un poco cansadas de tanto reír, y después de haber rodado un baño tendríamos que bajar a cenar con la familia todas las noches, era casi el único momento del día en el que andábamos todos juntos para convivir, me perfume, arreglé mi cabello, coloque mis cremas especiales para no sufrir lecciones en la piel y busque un vestido cómodo y leve, cuando entre a la sala vi que Di ya estaría en la mesa y me estaban esperando.

-Disculpen la demora, ya saben, necesito aplicar varias cosas en mi piel.

-No te preocupes, quería, a pensar de eso no podemos comenzar sin estar todos en la mesa. Diría el rey con su sonrisa habitual hacia mí.

-Salomé, mañana quiero conversar contigo un rato, por favor búscame en mi recámara mañana temprano, si es que no vas a hacer nada, es algo un tanto delicado.

-Claro madre, ahí estaré, no te preocupes.

Después de eso empezamos a comer mientras hablábamos sobre nuestro día a día, lo que hicimos nuestros planes y contamos algunas historias divertidas estaba todo bien hasta que mi padre tocaría en un tema del cual no quería recordar en ese momento.

-¿Diana, Sally, ya han arreglado su equipaje para que vayan a sus clases?

No veríamos entre nosotras Di y yo,  mientras que por unos momentos sin haber respondido, la mesa que primero parecía alegre se volvió un silencioso mortal.