Cuando Yu~ki era niño y ocurrían tifones, amaba sentir como oscurecía y escuchar el sonido del ambiente. Tanta era su fascinación, que un día se puso a nadar en una zanja inundada junto a sus amigos de la escuela. Se quedaron atascados, pero el bajista lo disfrutó y lo describió como estar en un tobogán de agua.