Los miembros de la banda admiten que el backstage del Nippon Budokan (donde dieron su concierto de regreso el año 2000) era un lugar difícil de transitar. Estaba demasiado oscuro y era como si tuvieran que correr y cambiarse de ropa a la rápida. Los pasajes también eran terriblemente complicados y había cables por todas partes.