Pasaron los siete días exactos que marcaban el retorno de las mejores amigas al consultorio de la doctora Chou. Con una sorpresa planeada, ambas optaron por llevarle un café a la doctora, quien aguardaba en su oficina con una mezcla de nerviosismo y vergüenza. Tzuyu, en un momento dado, había albergado la esperanza de que sus traviesas pacientes no regresaran para más terapia, pero esa esperanza se desvaneció cuando las dos entraron con paso decidido en su oficina.
"Le hemos traído un café, doctora", anunció Momo con delicadeza, pasándole el vaso, mientras Sana la seguía y ambas tomaban asiento en sus lugares habituales. El gesto gentil no solo sorprendió a la doctora Chou, sino que también hizo que se ruborizara intensamente. Las mujeres, como de costumbre, lucían atuendos que reflejaban su personalidad, y por supuesto, se veían deliciosas. Tzuyu no pudo evitar admitir que ambas eran bastante atractivas, incluso demasiado.
Al sentarse, las mejores amigas intercambiaron una mirada cómplice antes de ceder el control a la doctora. "Buenos días a ambas y muchas gracias por el detalle", agradeció la doctora Chou mientras revisaba sus registros. La atmósfera en la habitación se tornaba más relajada con la presencia de las pacientes, aunque la doctora Chou sabía que el trabajo aún debía continuar.
Algo dentro de ella estaba creciendo, pero se sentía bastante afectada por lo que había pasado la noche de su cumpleaños. Sin embargo, intentó dejar eso de lado para poder hacer bien su trabajo, que de por sí era bastante demandante.
"Muy bien, bienvenidas nuevamente a mi consulta. Espero que en esta oportunidad tengan un comportamiento más respetuoso y espero poder ayudarles a mejorar", anunció la doctora Chou con firmeza.
"Así será", soltó Sana con una sonrisa de oreja a oreja, mientras Tzuyu observaba con atención sus expresiones, tratando de leer más allá.
"Excelente, me parece que ustedes tenían la tarea de analizar si existe algún desencadenante para su adicción", las miró, esperando alguna respuesta. Momo se removió inquieta en su asiento, mientras Sana parecía contemplativa, ambas aparentemente tramando algo.
Sana miró a Momo, quien tomó la iniciativa. "La verdad es que, puede ser mi incapacidad para mantener relaciones a largo plazo, pero mantengo y sostengo que esto es una pérdida de tiempo".
Tzuyu se sorprendió por la franqueza de Momo, pero la duda permaneció en ella muy latente. "¿Por qué es eso, Momo?".
La mencionada miró a la rubia de reojo. "Veamos, la semana pasada fuimos a pasar el rato en una discoteca y resulta que allí estaba la mujer más sensual del universo", Tzuyu tragó saliva ante el recuerdo. Realmente esperaba que ellas no mencionaran ese tema, pero ahí estaban, mencionándolo sin reservas.
"Creí que habían prometido comportarse", intervino la doctora Chou con una leve nota de reproche en su voz.
"Suele ser difícil para mi mejor amiga comportarse, señorita Chou", se incorporó Sana, la rubia. "Pero ella no deja de tener razón, apenas pude concentrarme en el trabajo estos últimos días", confesó dramáticamente. Momo le golpeó el hombro en señal de reprobación.
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adiccts ✧ samotzu
Fanfic❛ Sus pieles eran adictas. Tan enfermas y adictas. No podían dejar escapar un segundo, una presa que probar hasta saciarse, hasta depredar donde ponían sus ojos. Eso fue hasta que llegó la persona que le pondría fin a su adicción. Pero de qué maner...