Capítulo 35. Encuentro inesperado

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📍 Mónaco

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📍 Mónaco

♡⑅*Lucía*⑅♡

Me levanté con ganas de hacer deporte y moverme. Después de verme al espejo, no pude evitar pensar que quizás la semana en Londres, comiendo entre restaurantes preciosos, podría pasarme factura. No tenía un cuerpo privilegiado de modelo, así que no podía no permitirme tantas libertades.

Aproveche que Charles había salido desde temprano por algunos asuntos con sus hermanos para tomarme la mañana y volver a lo que me gustaba: el deporte.

Definitivamente, correr por las calles de Mónaco era una experiencia diferente. Era un lugar tranquilo y calmado. El aire era fresco, sin tanta contaminación.

Después de haber recorrido casi siete kilómetros, sentí los estragos del cansancio. Así que decidí descansar un poco antes de regresar en un parque precioso y amplio al que había encontrado en mi camino. Busque rápidamente una banca en donde sentarme hasta que note la presencia, a lo lejos, de cierto rubio que reconocía a la perfección. Sonreí al verlo. No veía a Max desde antes de mi viaje a Londres y la verdad lo había extrañado mucho.

Durante unos segundos me quedé observándolo y me di cuenta de que no estaba solo. Lo acompañaba la pequeña Pi. Ambos lucían adorables juntos. El rubio le explicaba algo mientras la niña solo le sonreía. No pude evitar pensar que definitivamente el sería un excelente padre.

Dudé de si sería correcto pasar a saludarlo, ya que temía que Kelly estuviera cerca. Por ello, antes de aproximarme, me cerciore de su ausencia. Después de no hallarla, recién me anime a acercarme con cautela a Max. Quería sorprenderlo y tenía una idea.

El rubio estaba tan concentrado sentado viendo a Penélope, quien se encontraba unos pasos a interactuar con algunos niños, que no se dio cuenta de mi presencia hasta que tapé sus ojos con mis manos.

— ¿Quién soy? — trate de hacer una voz diferente para evitar que me reconociera.

— ¿Lucía? — pregunto, aunque más fue una afirmación y tomo mis manos.

— ¿Cómo lo supiste? — libere mis manos de sus ojos y lo mire extrañada. Me había descubierto muy rápido.

— Tu voz es inconfundible, fue un pésimo intento intentar modificarla. Además de tu perfume— dijo sonriéndome. ¿Qué haces aquí? — añadió dándole otra mirada a Pi.

— Bueno­— le pedí permiso con la mirada y tomé asiento junto a él en la banca—. La semana en Londres y comer en mil restaurantes con Luca puede pasarme factura, así que debo volver a la rutina.

—De qué hablas, tú eres perfecta—dijo dándome una mirada y al parecer noto lo que había dicho al verme sorprendida. —Digo, te ves perfecta —terminó de decir— y noté un leve rubor en sus mejillas.

Sentí que algo en mí también se removió al escucharlo y repente me puse nerviosa. Imaginé que mis mejillas también se habían teñido de rojo.

Traté de ocultar el efecto que sus palabras habían causado en mí bajando mi mirada y observé que traía la caja de chocolates que le había traído  especialmente desde Londres y la cual le había enviado días atrás a su casa.

Rewrite Our Story  | Charles Leclerc (CL16) and Max Verstappen (MV1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora