¿Olvidarías el amor de tu vida?
Lucía Hernández despierta en un hospital sin recuerdos del último año de su vida. En su nueva realidad se enfrenta a dos certezas: es pareja de Charles Leclerc, el piloto de Fórmula 1, pero también vivió un amor prohi...
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❀Aclaración❀
Este capítulo es parte del pasado. Como Lucía no tiene recuerdos. Esta planteado desde la perspectiva de Charles. Es más para conocer el inicio de estos dos.
♡⑅*Charles*⑅♡
↪ 📅 Julio, 2024
— Charles, llegaste —dijo, sonriéndome como si no pudiera creer que estuviera allí. Le sonreí de vuelta, y ella se acercó para saludarme. En ese vestido azul, se veía preciosa.
No era la típica chica a la que estaba acostumbrado; era sencilla pero tenía algo que capturaba mi atención, además de su carácter y sus pensamientos. Percibí una fragancia dulce cuando se apartó de mí tras el saludo.
— Gracias por tu ayuda, Max —le dije, recordando que él aún estaba allí y que, sin su ayuda, quizá Lucía ya se habría ido.
— De nada, y felicidades por hoy, Charles —respondió, dándome un breve abrazo antes de despedirse de ambos y marcharse. Vi a la pelinegra acercarse a él antes de que se alejara por completo.
— Max, gracias por hoy —dijo ella, añadiendo algo que no pude escuchar. Supuse que el rubio le había caído bien.
Después de la partida de Max, nos quedamos unos segundos sin saber qué decir. Se suponía que la nerviosa debía ser ella, pero ahí estaba yo, como un idiota, sin saber cómo romper el hielo. Creo que ella intuyó la situación y tomo la palabra.
— Te dije que ganarías. ¿Lo ves? — habló confiada, frotándose los brazos.
Era alrededor de la medianoche, y la temperatura estaba bajando. Definitivamente, no era buena idea estar en una terraza a estas horas.
— Creo que tienes más fe en mí que yo mismo. Pero tus palabras fueron el mejor incentivo para hoy —dije, retirando mi abrigo y colocándoselo sobre los hombros de ella.
— Gracias —respondió acomodando el abrigo en sus hombros. —Creo que solo te presionas demasiado. Eres muy bueno, pero cargas con las expectativas de los demás y te pierdes la diversión. Cuando empieces a disfrutarlo como hoy, nadie podrá detenerte.
— ¿Lo crees? ¿Crees que pueda ser campeón algún día? —pregunté, dudoso, ya que ni yo mismo sabía la respuesta a esa pregunta.
— No lo creo —dijo, mirándome con curiosidad porque no era la respuesta que esperaba. —Estoy segura, Charles —continuó, riendo porque sabía que me había tomado el pelo.
—Desde que te vi desde mi TV, además de lo guapo, supe que tenías madera de ganador. Yo no me equivoco. Elegí apoyar al mejor del tenis. Y fue el GOAT.