¿𝐎𝐝𝐢𝐨 𝐚 𝐦𝐢 𝐄𝐬𝐩𝐨𝐬𝐨? ❝ʳⁱᵛᵉʳᵈᵘᶜᶜⁱᵒⁿ❞

01| Rivalidad

Samantha se miró al espejo y bufó. Otra vez, Félix había ganado el contrato más importante del año. Ese idiota arrogante de ojos marrones siempre tenía que llevarse la mejor parte. La rubia se acomodó el cabello y apretó los labios. No podía creer que tuviera que compartir el mundo con alguien como él.

Desde que eran niños, sus familias, los riveras y los Félix's habían estado en una competencia feroz. Sus padres, dueños de las empresas más poderosas de la ciudad, se habían disputado cada cliente, cada mercado, cada centímetro de terreno. Y esa rivalidad se había filtrado hasta ellos, los hijos, convirtiéndolos en peones en un juego que nunca habían pedido jugar.

Samantha recordaba las fiestas familiares, donde la tensión era palpable. Mientras sus padres conversaban con falsas sonrisas, ellos, los hijos, se lanzaban miradas de odio disimuladas. En la escuela, cada logro de Félix era una afrenta personal. Si él sacaba la mejor nota en matemáticas, ella se esforzaba por superarlo en literatura. Si él era elegido capitán del equipo de baloncesto, ella se unía al equipo de debate y se convertía en la mejor oradora.

-¡Siempre tiene que ser mejor que yo!- pensó Samantha, frustrada. -Pero no lo voy a permitir-. Se levantó de la cama y se dirigió a su escritorio, donde una pila de documentos la esperaba. Tenía que demostrar que ella era igual de capaz, si no más, que Félix.

Recordó la vez que Félix había organizado una fiesta sorpresa para su cumpleaños y había invitado a todos sus amigos, menos a ella. Había sido un golpe bajo, pero Samantha había sabido cómo vengarse. A la semana siguiente, había organizado su propia fiesta, invitando a todos los compañeros de clase que Félix había ignorado. Y lo había hecho mejor, con una decoración más original y una música más divertida.

Esa noche, mientras trabajaba hasta altas horas de la madrugada, Samantha se prometió a sí misma que no se rendiría. La rivalidad con Félix la había hecho más fuerte, más determinada. Y aunque odiara admitirlo, también la había hecho más ambiciosa.

Al día siguiente, se presentó en la oficina con una nueva actitud. Estaba lista para enfrentar cualquier desafío, cualquier obstáculo que Félix pusiera en su camino. Y aunque sabía que la lucha sería larga y difícil, Samantha estaba decidida a salir victoriosa.

L I V

Hola solo vengo a aparecer de nuevo.

•historia mía sacada de mi esquizofrenia
•se puede hacer adaptaciones(con mi permiso)
•caps cortos