Pensamientos ; Guido Sardelli

Uno

Eran las tres y media de la tarde, estaba durmiendo tranquilamente hasta que la puerta de mi departamento sonó.

¿Quien sera un domingo a la tarde?

Sin muchas ganas abrí, estaba con un pantalón corto y con una remera de tirantes.

Los pelos para cualquier lado, un desastre.

Al abrir la puerta vi a tres chicos, bastante altos.

Muy lindos la verdad.

— ¿Qué necesitan...? — Pregunte rápidamente.

— Nos quedamos sin llave del departamento, somos del departamento de en frente. — Dijo el rubio.

— ¿Uhm, y? — Los miré.

— ¿Nos dejas quedarnos en tu casa aun qué sea por este día?

Me quedé pensando un rato, ¿Desde cuándo tengo vecinos tan lindos?

Al final les termine diciendo que si, no tenían en donde quedarse.

No los podía dejar afuera, menos con el frío que hace.

— Con una condición, lo que usan lo acomodan.

Los tres asintieron rápidamente.

Parecían tres nenes chiquitos, se la pasaban peleando y discutiendo por cualquier cosa.

Y eso qué solo llevaban una hora y media en mi departamento.

— ¿Pueden dejar de pelear por un segundo?

— Guido dice que sos la morocha más linda que vio. — Dijo Gastón.

— ¿Eh?

No sabía que contestarles, solo me reí, la verdad que me estaban alegrando el día.

Guido parecía mucho más chico que yo.

Pero la diferencia de estatura era visible.

— ¿Cuántos años tenes Guido? — Pregunte.

— ¿Veinticinco, por? — Respondió.

Me dejó boquiabierta.

De todas maneras a las de diecinueve les queda perfecto el veinticinco.

— ¿Te comió la lengua el ratón morocha?

— No, no. Tengo diecinueve...

Guido se empezó a reír junto con Gastón y Patricio.

Yo solo me cruce de brazos y me senté en el sofá.

Después de un rato me levante y fui a la cocina.

— ¿Qué van a querer para merendar?

— Los tres tomamos mate. — Dijo Patricio.

— No tomo mates, no se si tengo. No me gusta tanto. — Respondió.

— ¿Cómo no te va a gustar el mate Macarena?