~𝐿𝑂𝑉𝐸 𝐼𝑁 𝐵𝐿𝑈𝐸 𝑁𝑂𝑇𝐸𝑆~

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~𝐿𝑂𝑉𝐸 𝐼𝑁 𝐵𝐿𝑈𝐸 𝑁𝑂𝑇𝐸𝑆~

Capítulo 1: "El ritmo de la vida"

La existencia de Jeon Jungkook había sido tejida con hilos de adversidad desde el primer susurro de su nacimiento. Su padre, un hombre desentendido y alcohólico, y su madre, una joven obligada a vender su cuerpo para mantener a sus otros hijos, dejaron claro que Jungkook era el fruto de un cliente descuidado. Su madre, aterrada por el futuro, abandonó al joven Kook en la puerta de un orfanato, donde fue encontrado al día siguiente por la Hermana Cher, una monja estricta pero amorosa y gentil.

Jungkook creció rodeado de carencias y sufrimientos en el orfanato, que dependía de la caridad. La vida allí era un constante desafío, y Jeon se convirtió en blanco de burlas y abusos debido a su peculiar condición física: un ojo oscuro y otro grisáceo. Sin embargo, hubo un rayo de esperanza en su vida: un joven mayor que solía defenderlo de las burlas y el acoso. Este joven tenía un don musical excepcional y tocaba el piano y los instrumentos de la iglesia con maestría, mientras Jeon observaba desde lejos, embelesado por su talento. Aquél joven solía llamarlo "Kookie".

Pero un día, la triste noticia llegó: el joven había escapado del orfanato y desapareció sin dejar rastro. Jeon se sumió en una profunda tristeza, que no pasó desapercibida para la Hermana Cher. Su gentileza e indulgencia habían cautivado a la hermana, quien se conmovió por la tristeza del joven y decidió regalarle un saxofón en Navidad. Con este gesto, esperaba que Jungkook encontrara un refugio en la música y se alejara de la malicia que lo rodeaba.
Desde ese momento, Jungkook sintió una conexión profunda con la música y comenzó a tocar con dedicación. Al dominar el instrumento, optó por tocar para el coro de la iglesia. Al cumplir la mayoría de edad, abandonó el orfanato para seguir su sueño de ser un músico famoso y poder hacer algo para ayudar al orfanato donde se formó el gran joven que era actualmente.

Aquella noche, Jungkook se preparó para ir a su trabajo en el "Blue Notes", un bar de jazz en el centro de la ciudad. Era un lugar emblemático donde los mejores músicos venían a tocar. Ahí, era ayudante de bar, pero su sueño era tocar en ese lugar algún día. Así que solía ensayar en el bar durante los descansos, esperando ser notado.

Jeon salió al balcón de su modesto apartamento, cuyas paredes delgadas como el cartón y goteras revelaban la humedad que imperaba en el lugar. Sin embargo, el ambiente se iluminó cuando saludó con gentileza a las vecinas, que se encontraban lavando sus prendas en los lavaderos. Ellas le devolvieron el saludo con sonrisas coquetas y gestos seductores, pero Jeon solo respondió con una sonrisa tímida y algo nerviosa, antes de dirigirse a su destino.

La fachada del bar poseía un enorme letrero brillante con letras en tono neón que anunciaban "Blue Notes". La puerta de entrada era de madera oscura con un pomo de latón en forma de trompeta. La luz del interior del bar se filtraba a través de la ventana, creando un ambiente cálido y acogedor.

Aquella noche, el bar estaba extrañamente desierto. Jungkook estaba tocando su saxofón, perdido en la música, cuando vio a un joven maduro, de unos 30 años aproximadamente, sentado en la barra. Tenía una piel ligeramente bronceada, facciones fuertes, una postura perfecta, cabello oscuro y unos ojos oscuros profundos.

-¿𝑸𝒖𝒆́ 𝒕𝒆 𝒑𝒐𝒏𝒈𝒐?- Le preguntó Jungkook, avergonzado mientras guardaba su saxofón.

-𝐔𝐧 𝐖𝐡𝐢𝐬𝐤𝐲, 𝐩𝐨𝐫 𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫.- respondió el tipo.

Mientras Jungkook servía la bebida, no pudo evitar mirar al joven. Tenía un aura de misterio y familiaridad que lo atraía.

-¿𝐓𝐞 𝐡𝐞𝐫𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐝𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐥 𝐭𝐮𝐫𝐧𝐨?- preguntó el joven, haciendo alusión al parche que cubría el ojo de distinto tono que acomplejaba a Jungkook.

Jeon, por su parte, no supo qué responder o decir. Solo tocó ligeramente el parche con sus dedos, luciendo avergonzado.

-𝐀𝐦𝐨 𝐞𝐥 𝐣𝐚𝐳𝐳.- dijo, cambiando el tema al notar la incomodidad de Jeon.

-𝐇𝐚𝐲 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐮́𝐬𝐢𝐜𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐦𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫 𝐯𝐢𝐯𝐨. 𝐏𝐨𝐫 𝐜𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨, 𝐬𝐨𝐲 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠, 𝐊𝐢𝐦 𝐓𝐚𝐞𝐡𝐲𝐮𝐧𝐠.- agregó el joven, con una sonrisa enigmática.

-𝑳𝒐 𝒔𝒆́.- respondió Jungkook, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.- 𝑬𝒔 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒊 𝒆𝒍 𝑱𝒂𝒛𝒛 𝒉𝒂𝒃𝒍𝒂𝒓𝒂 𝒅𝒊𝒓𝒆𝒄𝒕𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒂𝒍 𝒂𝒍𝒎𝒂. 𝑱𝒆𝒐𝒏 𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌, 𝒖𝒏 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒐 𝒔𝒂𝒍𝒖𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒐𝒕𝒓𝒐 𝒂𝒎𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒍 𝒈𝒆́𝒏𝒆𝒓𝒐.-dijo, extendiendo su mano.

Ambos sintiendo una corriente eléctrica al contacto. Continuaron conversando un rato más, compartiendo sus artistas favoritos, desde Miles Davis hasta John Coltrane. Jeon se sintió irresistiblemente atraído por la imponente aura y la energía de Taehyung, mientras que Taehyung se sintió profundamente impresionado por el talento y la dedicación de Jungkook. Sin embargo, la conversación se vio bruscamente interrumpida por un grito del dueño del bar.

"¡Vuelve al trabajo, ciclope!" dijo entre refunfuñeos y gritos.

Jeon se sonrojó, sintiendo una oleada de vergüenza. -𝑳𝒐 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐, 𝒕𝒆𝒏𝒈𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓 𝒂𝒍 𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂𝒋𝒐.-dijo, mientras se apresuraba a regresar a sus tareas.

-𝐍𝐨 𝐡𝐚𝐲 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚.-, respondió Taehyung, dejando sobre la barra el doble del precio de la bebida. -𝐏𝐞𝐫𝐨 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐧𝐭𝐨, 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤. 𝐓𝐚𝐥 𝐯𝐞𝐳 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨, 𝐭𝐨𝐜𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐮𝐥𝐭𝐢𝐭𝐮𝐝 𝐞𝐦𝐨𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐝𝐚.-

Y con eso, Taehyung se levantó y salió del bar, dejando a Jungkook con una sensación de pertenencia y expectativa. "-Eso espero...-", murmuró para sí mismo, ocultando una sonrisa en su rostro.

¿Qué era esa aura de familiaridad y pertenencia que sentía Jeon con aquel joven? ¿Por qué se sentía tan conectado a él, como si compartieran un secreto silencioso?

~𝐿𝑂𝑉𝐸 𝐼𝑁 𝐵𝐿𝑈𝐸 𝑁𝑂𝑇𝐸𝑆~ *𝚖𝚎𝚕𝚘𝚍𝚒𝚊 𝚙𝚛𝚘𝚑𝚒𝚋𝚒𝚍𝚊*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora